Segunda función hoy sábado de El Eunuco en el Teatro Gayarre de Pamplona, donde ha batido récords de asistencia y ha sido Premio Ceres a mejor espectáculo y mejor intérprete revelación.

A las 20 horas, con entradas a 25, 21 y 8 euros.

Entresaco declaraciones de Pepón Nieto, protagonista y productor, a Diario de Noticias:

«Siempre digo que se denuncia mejor con un payaso que con 500 pancartas. La comedia nos permite recapacitar desde otro punto de vista».

«Seguir produciendo es un deporte de riesgo. Tal y como están las cosas hoy, pagas al teatro en cuestión, quitas el 21% del IVA y el 10% de autores y has generado tu trabajo y has dado trabajo a otros compañeros, pero los beneficios suelen ser cero o menos algo. En televisión y en cine tienes que esperar a que suene el teléfono, pero en teatro para no esperar y trabajar con quien quieres y como quieres lo mejor es aventurarse en la producción. Es un riesgo, pero para mí es necesario. A no ser que me contrate un organismo oficial, un centro dramático o algo así, todo lo que hago es teatro comercial producido por mí. Así tienes más control sobre lo que haces que si eres un mero contratado».

«A nosotros nos gusta pensar que si Terencio escribiera El Eunuco en 2014 sería muy parecido a nuestra función. Hay que tener en cuenta que así como los dramas y las tragedias del teatro grecolatino se han convertido en universales porque hablan de la esencia del ser humano, las comedias el único valor que tienen es el arqueológico, es decir, que se hayan conservado durante tantos años. Porque realmente son pretextos para montar una fiesta. Ellos escribían el inicio de una historia y luego salía el criado de turno para contar qué había visto, y también había enredo, canciones y bailes. Así que aunque parezca que hemos desvirtuado el texto de Terencio, lo cierto es que lo hemos potenciado».

«La historia habla de nueve personas en busca del amor, que nos hace libres, nos convierte en mejores personas y nos hace capaces de enfrentarnos a cualquier historia».

«No es un éxito personal ni mucho menos, sino del tándem entre Jordi Sánchez, Pep Antón Gómez y yo. Llevamos años trabajando y la verdad es que siempre nos han funcionado las cosas. Aunque no recuerdo un éxito así desde La cena de los idiotas, cuando había colas para entrar en los teatros. Es un gustazo».