- by Victor Iriarte Ruiz
- on 11th agosto 2012
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Los programadores de Navarra no suben los precios de las entradas por la subida del IVA, de momento
Las principales instituciones culturales de Navarra han decidido no cargar por momento el incremento del IVA del 8% al 21% sobre el público. Fundación Baluarte, Teatro Gayarre, Auditorio Barañáin, Teatro Gaztambide y las casas de cultura mantendrán los precios previstos para este año, sin incrementos a partir del 1 de septiembre. Todos coinciden en que no es momento de ponerle al público más barreras para que acceda a la cultura.
Fundación Baluarte y Teatro Gayarre apuestan por la “colaboración” en épocas de crisis, y por ello decidieron comunicar ayer de manera conjunta su estrategia de cara a la subida del IVA, que pasa por una posición firme de no incrementar el precio de las entradas de sus temporadas de otoño, que en el caso de Baluarte se extiende hasta enero de 2013 con una docena de espectáculos que ya se presentaron al público en junio. En el caso del Gayarre -apuntó su directora, Gregoria Navarro-, la programación se hará pública a mediados de septiembre. Una vez se conozcan las propuestas del teatro y el periodo de venta de entradas, los interesados podrán adquirir sus localidades con el IVA reducido del 8%. Baluarte, por su parte, ha decidido adelantar la puesta a la venta de las entradas de otoño “para mitigar el impacto económico de la subida del IVA en los presupuestos de la Fundación”, dijo ayer el director-gerente, Javier Lacunza. Así, en lugar de iniciarse el 4 de septiembre como estaba previsto, la venta comenzará el martes 28 de agosto -venta preferente de abonos parciales (días 28 y 29)-, y el 30 de agosto -entradas sueltas-.
Ambas instituciones entienden que “la situación está difícil y no es momento de repercutir ningún tipo de presión adicional en precio”. Gregoria Navarro asegura que “si subimos los precios, va a tener un efecto contrario y negativo muy grande”. La directora del Gayarre lamenta la situación de las compañías teatrales, “la gran mayoría son privadas, y para muchas la subida del IVA va a ser letal, porque ya llevan tiempo ajustando precios y costes”. Navarro comentó ayer que el Gayarre ha hablado con las compañías de su temporada de otoño “y ya vienen con cierto esfuerzo, pero respecto a precios queremos mantenernos, de lo contrario sería la debacle”. Navarro defiende la cultura “no solo como generadora de economía, sino como aportación social. En Pamplona, forma parte de la vida social ir a ver un teatro, un concierto, una ópera, y esto no se puede eliminar tan fácilmente”.
En este sentido, Javier Lacunza confía en que el Gobierno reflexione y corrija esta medida, “porque trece puntos es muchísimo dinero”, pero tal y como apunta Gregoria Navarro, “que lo corrija a tiempo, porque en otros países ya se hizo pero tarde…”. En cuanto al alquiler de sus salas, Fundación Baluarte apunta que “es previsible que los promotores, ante la necesidad que les causará el 21% del IVA, hagan una presión añadida para negociar los precios…”.
Desde el Auditorio Barañáin, que realiza sus contrataciones a taquilla “en consenso con las compañías”, se trabaja “para que los precios apenas varíen” con la subida del IVA. “A estas alturas del verano ya está cerrada la programación de otoño con todos los precios, y la tendencia ha sido la de no cargar al consumidor con esos trece puntos de diferencia”, cuenta Bakarne Atxukarro, responsable de Comunicación del espacio escénico. “Somos conscientes de que la capacidad de consumo de la sociedad va a bajar y como no queremos que los productos culturales sean un lujo, estamos trabajando para que los precios apenas varíen, aunque para ello los márgenes de ganancia, tanto nuestros como de las compañías, sean menores”, apunta. Lo complicado, reconoce, es encontrar el equilibrio. “Pero tenemos que conseguirlo, ninguna sociedad puede prescindir de la cultura”, dice Atxukarro. Las entradas del Auditorio siempre han oscilado entre los 10 y 20 euros de precio, y según adelantan “esto va a seguir así”. “No queremos que el precio impida disfrutar de las artes escénicas”.
Los precios de las entradas de espectáculos que acogen las casas de cultura de Navarra se aprueban en las ordenanzas fiscales reguladoras de tasas de cada ayuntamiento, y en caso de que fuesen a modificarse, los nuevos importes deberían presentarse y aprobarse en pleno, algo que al parecer no se ha hecho en la Comunidad Foral desde que se conociera la decisión del Gobierno de subir el IVA. Desde Ansoáin, Juan Carlos Martínez confirma que los precios de entradas del teatro de la localidad “no van a verse incrementados este año”, y tampoco subirán por el momento los de la Casa de Cultura del Valle de Aranguren.
“Otro asunto es que las compañías, grupos, alquileres de equipos, imprentas… apliquen el IVA actualizado y se incremente, de una manera considerable, el coste de la programación”, apunta Josetxo Loriente. El técnico de cultura del Valle de Aranguren reconoce que eso “disparará las previsiones con que contábamos hasta final de año y la programación se verá recortada, tanto en cantidad como en calidad”. El palo del IVA se suma a la desaparición de ayudas y subvenciones que hacían posible aumentar y mejorar las programaciones de los espacios escénicos. “Por desgracia, muchas compañías tenderán a desaparecer al no poder hacer frente a su existencia económica”, lamenta Loriente, quien se pregunta “qué le quedará a la gente si en estos tiempos de crisis, de menos trabajo, se le limita el acceso a la cultura y al ocio”.
El Teatro Gaztambide de Tudela tampoco subirá los precios de los espectáculos que ya tenía programados para esta temporada -conciertos de Albert Hammond, Nancys Rubias y del ciclo de la Sinfónica de Navarra-, cuyas entradas ya están a la venta y dos de los cuales serán en septiembre. Javier Briongos, gerente del Centro Cultural Castel Ruiz, no ha querido cargar en el público la subida del IVA “porque los precios estaban fijados desde hacía tiempo y no sería justo. Además, si subes los precios sin tener un proyecto muy potente, y es difícil que nosotros lo tengamos con nuestro presupuesto, vas a perder público seguro”. Y eso que el Gaztambide estaba creciendo en asistencia. “De un 57% de media hemos pasado a un 70% en los últimos tiempos, y eso hace que queramos ser optimistas”. Briongos ve el futuro con dos riesgos muy claros: “Va a haber menos producciones, porque todo va a ser más caro; y eso en un sector ya en crisis supondrá que muchas compañías desaparezcan porque no podrán vivir de su trabajo”. El gerente de Castel Ruiz reconoce que a la larga el bolsillo del público también sufrirá, “porque ni la administración ni los programadores privados pueden asumir ese 13%”. Pero sobre todo le preocupa “el empobrecimiento de la sociedad” si se sigue maltratando a la cultura.
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