«Lo inútil es lo más valioso, cuando viene la ola y se lleva todo lo demás es lo único que queda. Aquello que es tu pasatiempo, tu pasión, tu placer y que nunca has valorado frente a lo que uno tiene en el banco o en su casa. De pronto todo eso no vale nada, como se ha demostrado, y lo único que te queda es lo que llevas dentro».

«…los recuerdos de la generación de mis padres, que admiraban a aquellos que tenían una formación que ellos no tenían. Recuerdo la mirada desde su incultura, o su falta de preparación, hacia ese tipo de profesores que sabían latín y griego y cómo nos empujaron nuestros padres hacia esas esferas. Aquí puede estar el origen de la película (…) Admiro el impulso de mis padres por colocarnos en el mundo, por apartar los miedos, por ser uno mismo sin preocupaciones. ¿Cómo consiguieron todo eso? Me lo he preguntado muchas veces porque su caso tiene mucho más mérito que el mío. Mi madre no había pasado siquiera por la escuela y recuerdo el esfuerzo heroico por firmar con su nombre mis notas escolares. No se sentía avergonzada y lo que te transmitía era que tú eras un privilegiado».

David Trueba, sobre su película Vivir en fácil con los ojos cerrados, en El País, 25-92013