«Dineros aparte, 2015, ha sido un año pródigo en talentos en el cine español, en pulso narrativo, en trabajos superlativos en todos los campos de la industrial. Hay que señalar (y aplaudir) que la creatividad de nuestra escena, también entusiasta pese a tantos palos en las ruedas, vuelve a notarse en los repartos de las películas: es ya un viejo axioma, a menudo olvidado, que cuanto mejor es el tetro, mejor es el cine. El repóquer finalista de los Goya pone sobre el tapete, en definitiva, un estupendo abanico de géneros y tonos como hacía tiempo no disfrutábamos».

Marcos Ordóñez en Babelia-El País, (7-2-2015)