Don Juan Tenorio, uno de los personajes más clásicos de la historia del teatro, subirá al escenario principal de Baluarte el sábado (20.00 hrs.) y el domingo (19.00 hrs.) en una producción dirigida por Blanca Portillo. En esta adaptación que Juan Mayorga hace del clásico de José Zorrilla, la actriz y directora madrileña le ajusta las cuentas al burlador de Sevilla: rompe con la imagen de Don Juan como icono de la libertad y la transgresión dejando por el camino su imagen frívola y seductora. «Tenorio no es un héroe, es alguien que huye de su propio vacío llevándose por delante todo aquello que se cruce en su camino. No es un luchador en busca de un mundo mejor, de un cambio en el sistema, no es un buscador de belleza”, señala. Éste es el Tenorio que presenta Blanca Portillo, un modelo de destrucción, de falta de empatía, de crueldad, de desprecio por la vida propia y ajena, un ser incapaz de construir y vivo retrato del desprecio por los demás; un Tenorio sin valores éticos ni morales.

Las entradas cuestan 28 y 22 € (con Baluarte Joven, 7 €) y se pueden adquirir en las taquillas de Baluarte, en la web www.baluarte.com y en el teléfono 902 15 00 25.

Para presentar esta versión, Blanca Portillo no ha tenido que rebuscar ni inventarse nada, sino seguir con fidelidad el texto original escrito en el siglo XIX. Estrenada en 1844, la obra de José Zorrilla se ha convertido en la más representada en los escenarios españoles.

En esta ocasión, el reparto de Don Juan Tenorio está formado por José Luis García-Pérez, Eduardo Velasco, Miguel Hermoso, Juan Manuel Lara, Ariana Martínez, Tania Watson, Luciano Federico, Beatriz Argüello, Daniel Martorell, Alfonso Begara, Francisco Olmo, Alfredo Noval, Raquel Varela, Rosa Manteiga y Eva Martín. Coproducida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el Teatro Calderón de Valladolid y Avance Producciones Teatrales, la obra se enmarca en la Temporada febrero – mayo 2015 de Fundación Baluarte.

Este personaje según la directora: «Más allá de la época en que Zorrilla crea el personaje y más allá del tiempo en el que el autor coloca la acción de su obra, Tenorio es un personaje que sigue latente en el inconsciente de esta sociedad, de la nuestra. Sospecho que sigue siendo un modelo, un referente. Bañado por el halo de un romanticismo malentendido, Tenorio sigue caminando en nuestro imaginario como un personaje positivo, seductor, “gallardo y calavera”, un “chico malo” que se hace bueno gracias al poder del amor… Hoy siento la necesidad de subir al escenario a este personaje y radiografiar sus comportamientos, sus acciones, sus palabras, para mostrar lo que siempre he sentido que existía tras ellas: un modelo de destrucción, de falta de empatía, de crueldad, de desprecio por la vida propia y ajena, de incapacidad para construir… Tenorio no es un héroe. Es alguien que huye de su propio vacío, llevándose por delante todo aquello que se cruce en su camino. No es un luchador en busca de un mundo mejor, de un cambio en el sistema, no es un buscador de belleza. Tenorio es hoy el vivo retrato del desprecio por los demás. En un mundo donde la violación de las leyes, la violencia de género, la destrucción de los valores morales y éticos van en aumento, Tenorio debe dejar de ser un modelo a seguir. No puede ser modelo de nada aquel que “por donde quiera que va, atropella la razón, escarnece la virtud, burla a la justicia y vende a las mujeres”. Creo que ya va siendo hora de que alguien llame a Tenorio por su nombre.