El empresario taurino y empresario «de paredes» Pedro Balañá Forts, propietario de la plaza de toros de La Monumental de Barcelona, y también al frente de la gestión de teatros y cines de esa ciudad, falleció el martes 16 de enero de 2018 a los 93 años. Era hijo de Pedro Balañá Espinós y heredó el negocio de su padre en 1965 cuando éste falleció y a lo largo de su vida se dedicó tanto a la gestión de las plazas de toros de la Monumental y Las Arenas de Barcelona, como de la de Mallorca o Linares (Jaén).

También fue conocido por la gestión de emblemáticos teatros de la capital catalana como el Coliseum, el Tívoli y el Borràs, y de las salas de cine Arenas, Aribau, Aribau Club, Club Coliseum, Bosque, Glòries, Gran Sarrià y Palacio Balañá. Desde mitad de los años sesenta del siglo pasado expandió el grupo con la inauguración de nuevos cines en Barcelona, como el Bosque, y también reformó otros como el Club Capitol, inaugurado como cine en 1926 y, posteriormente conocido como «Can Pistoles», por la programación que allí se ofrecía.

En sus teatros, grupos como La Cubana o el fallecido humorista Pepe Rubianes, con espectáculos como Rubianes solamente, agotaron en muchas ocasiones todas las entradas.

Según ha resaltado Paco March tras conocer su fallecimiento: «Balañá ha muerto sin cumplir anhelo de ver toros en Monumental». El presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, ha lamentado su muerte sin que se haya cumplido «su anhelo de volver a ver toros en la Monumental, después de la última corrida de septiembre de 2011». Según March, Balañá, que fue apoderado de toreros como El Viti, convirtió Barcelona en «la capital mundial del toreo», con tres plazas en activo, la de las Arenas, la del Torín -en el barrio de la Barceloneta- y la Monumental, aunque, «con los años y una programación con altibajos, la afición fue decayendo».