La obra teatral está protagonizado por el diplomático zaragozano Ángel Sanz Briz, quien salvó a 5.000 judíos de su asesinato por los nazis en la Segunda Guerra Mundial

El Teatro Gayarre de Pamplona acoge este martes la presentación a los medios de comunicación de Budapest. Un silencio atronador, original de Víctor Iriarte, drama con el que el dramaturgo pamplonés obtuvo el pasado mes de diciembre el Premio Lope de Vega de Teatro, el más antiguo y de más prestigio del país, que convoca el Ayuntamiento de Madrid desde 1932. Víctor Iriarte (Pamplona, 1965) será presentado por Grego Navarro, directora gerente del Teatro Gayarre.

El libro ha sido editado por la editorial Artezblai, especializada en teatro. Hace el número 137 de la colección de Textos Teatrales de la editorial, tiene 349 páginas y se vende al precio de 18 euros. Por internet se puede adquirir en libreriayorick.com En Pamplona está a la venta en las librerías Walden (c/Paulino Caballero, 31) y Miriam (Castillo de Maya, 40).

Budapest. Un silencio atronador pone el acento en los claroscuros de la ambiciosa operación puesta en marcha desde la Legación española en Budapest en 1944 para salvar la vida a cerca de 5.000 judíos que estaban condenados a una muerte segura por los nazis alemanes y húngaros en el último año de la Segunda Guerra Mundial. El papel del joven diplomático zaragozano Ángel Sanz Briz resultó clave en la estrategia urdida, una apuesta de enorme riesgo que logró engañar a los responsables de la deportación a Auschwitz de la población judía budapestina.

Sanz Briz utilizó mentiras, verdades a medias, engaños, sobornos y  sobreentendidos para proteger a los judíos. Sin embargo, guardó un sorprendente silencio el resto de su vida, por lo que hay aspectos de la operación que siguen continúan siendo un misterio y han servido de base al drama. Víctor Iriarte, obsesionado con la historia durante tres décadas, comenzó a escribirla en 2010 y necesitó de 20 borradores antes de dar por concluido su texto, premiado el pasado 22 de diciembre con el Lope de Vega 2019 (la convocatoria arrastra un año de retraso).

En 2013, Víctor Iriarte presentó fragmentos de la obra ante el público del Gayarre bajo el título Budapest. 9º borrador, dentro del ciclo Leer para crear, experiencia que le dio pautas para la reescritura de una obra ambiciosa, con tintes de epopeya, estructurada en tres partes y un epílogo que, en una representación convencional, podría alcanzar una duración cercana a las 6 horas. Por la obra desfilan 14 personajes principales, otros 35 con papel y una veintena de episódicos.

El propio autor aparece como un personaje más de la obra para, mediante los recursos de la narrativa de autoficción, aclarar al lector (y al posible público de una representación) los hechos reales de los ficcionados por él. Por esta razón, la edición de Artezblai añade un apéndice de 75 páginas en los que el autor ofrece datos del proceso de escritura, las fuentes documentales en que ha basado sus teorías y las soluciones adoptadas durante su largo proceso de escritura, así como sobre la necesidad de seguir recordando el Holocausto.

El jurado del Lope de Vega calificó la obra de “una ambiciosa propuesta en la que el dramaturgo logra recrear una época turbulenta y convulsa en la que tuvo lugar lo peor y lo mejor del ser humano. Con una estructura clásica y muy bien armada, este emotivo texto se sirve del teatro para dar a conocer al público una historia llena de horror que no debe olvidarse”.

En el prólogo de Budapest. Un silencio atronador, el autor y director teatral Carlos Be afirma: “La paleta con la que escribe Víctor Iriarte contiene todos los colores del teatro y los mezcla con amor, devoción y sabiduría. Sin trazas, residuos o contaminación. Y permitidme que enumerando todo lo que no es esta obra, diga todo lo que es. No es una obra oportunista, ni envanecida, ni deshonesta, ni terapéutica, ni ordinaria, ni chaquetera, ni aprovechada, ni vendida, ni comprada, ni demagógica o dogmática, ni autoprogramada, ni aduladora, ni enferma, ni moribunda, ni deshabitada, ni fatua, ni pedante, ni encopetada, ni narcisista, conveniente, infantiloide o mediática, ni pasada de moda por querer marcar la moda, ni propia de letraheridos con síndrome de rana hervida, ni una obra que sueña con ser largometraje o serie de plataforma, ni siquiera aburrida hasta decir basta, ni fea; porque además es entretenida –y mucho- y bella. Y también es todo lo demás que no he citado. Porque es teatro. Y porque escribir esta obra es amar el teatro. Una epifanía digna de un orfebre de la palabra y la escena”.

Víctor Iriarte es el único dramaturgo navarro que ha ganado el prestigioso Premio Lope de Vega de Teatro y se une a un palmarés en el que destacan autores como Alejandro Casona con La sirena varada, Antonio Buero Vallejo con Historia de una escalera o Fernando Fernán Gómez con Las bicicletas son para el verano. También es el único navarro en posesión del Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca, obtenido en 2006 por La chica junto al flexo.

Se dedica profesionalmente al periodismo, la crítica teatral y la gestión cultural. Como autor dramático, ha obtenido también el Premio Café Bilbao de Teatro Breve 2010 por La esquela (Bilbao, Artezblai, 2012) y ha publicado Import-Export en El tamaño no importa. Teatro breve juvenil 9 (Madrid, Ediciones Antígona-Asociación de Autores de Teatro, 2019). Ha subido a los escenarios 24 dramaturgias. Sus obras ¡Chssssss! (2005) y Cuota líquida (2007) han sido  traducidas al inglés y representado en el Reino Unido con el título de Wheesht! (2005) y Limbo (2008). Imparte historia del teatro y de la puesta en escena en programas para alumnos senior de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y la UNED. Ha ejercido la crítica teatral en el periódico Diario de Noticias de Navarra y conduce desde 2004 el programa sobre las artes escénicas El apuntador de Onda Cero de Navarra. Es autor de la edición y prólogo de Patxi Larrainzar. Teatro de agitación (Tafalla, Txalaparta, 2019), que reúne seis textos del dramaturgo navarro más importante de la Transición.