Teatro y objetos. Es la esencia de La Llave Maestra, que también trabaja con los gestos y humor y han conseguido una narrativa propia de gran éxito. Creada en 2010 en Pamplona, la compañía vive un año especial. A finales de 2015, dos de sus componentes navarros, Patxi Larrea y Aintzane Baleztena, vendieron su parte a los otros dos, Álvaro Morales y Edurne Rankin, que residen en Santiago de Chile. La separación fue un período de “pausa” que les sirvió para articular un nuevo equipo, con el que en abril de este año reestrenaron Nómadas en el país andino. Después de unos meses cargados de funciones, en octubre visitarán España, más tarde Brasil, luego Costa Rica y Colombia, regresarán a Chile y en 2017 volverán a estar de gira por medio mundo y, si les requiere, vendrán a Navarra, claro. Siempre tendiendo puentes entre un lado y otro del charco. No en vano, como dice Edurne, “somos de aquí y de allá”.

Edurne y Álvaro recuerdan que se fueron definitivamente a Chile, país natal de él, hace tres años y medio porque aquí no podían vivir del teatro. Y allí “somos una de las compañías que más trabajamos”, en parte por el impulso que las instituciones están dándole a la cultura. “Vivimos un momento de gran efervescencia, con un circuito estable que te permite trabajar todo el año”, explica Morales. Y pone como ejemplo el proyecto subvencionado Nómadas por los puertos de Chile, a través del cual han representado la obra para adultos, familias y público escolar desde julio hasta septiembre de este año y que también ha incluido talleres y conversatorios, que vienen a ser encuentros entre elenco y espectadores “que nos resultan muy interesantes y nos ayudan mucho”, añade Rankin, contenta de que, después de mucho esfuerzo, “hoy hay mucha gente que ya conoce a la compañía y nos sigue”.

“Siempre hemos sido conscientes de que esta es una carrera a largo plazo y ahora estamos viendo los frutos de todo este tiempo”, en el que han mantenido en cartel sus tres espectáculos: Bestiario, Delirios de papel y Nómadas, cuyo estreno oficial tuvo lugar en el Teatro Gayarre el 22 de mayo de 2015 y que ahora inicia nueva etapa. “Tener todas las obras en cartel nos da más posibilidades económicas y artísticas”, comenta la actriz, que en estos meses también ha estrenado el primer montaje unipersonal de La Llave Maestra. Se llama Los niños del Winnipeg y narra la historia de cerca de 2.500 niños españoles que llegaron a Chile en 1939 gracias al barco que fletó Pablo Neruda. “Muchos de ellos luego aportaron importantes cosas a la sociedad chilena en materia de pesca, de construcción o de arte; la verdad es que es una historia muy bonita, fue un encargo que me hicieron con motivo del 75º aniversario y ya he hecho dos temporadas en el Teatro Matucana y en el Bellas Artes de Santiago”, señala.

EN GIRA. La compañía saldrá de gira en breve con sus dos últimas propuestas. Nómadas podrá verse en octubre en Almagro, Ourense, Cuenca y León. En medio, La Llave tendrá que viajar a Brasil y, ya en noviembre, visitará el Festival Cielos del infinito de Punta Arenas, en Chile, con las dos. Con Los niños del Winnipeg, además, han sido invitados a Puerto Williams. Y para 2017 tienen invitaciones de Brasil, Argentina, Colombia y Rumanía, entre otros. “Y hay gente en Navarra que ha mostrado interés, a nosotros nos gustaría mucho poder estar unas semanas por aquí, nos consideramos una compañía navarrochilena y, además de actuar, nos apetece dar talleres y estar en contacto con el sector cultural”, declara Álvaro. “Queremos mantener abiertos los puentes”, añade Edurne.

En permanente movimiento dentro y fuera de Chile, los directores de La Llave Maestra creen que unas de las claves del momento que viven muchas compañías en aquel país es el trabajo colaborativo. En red. Ellos están en varias redes. Una de teatro de objetos, otra surgió de la mano de Teatro Ictus, la que fuera primera compañía chilena, emblemática por su resistencia contra la dictadura. “Compartimos contactos y recursos, es un intercambio beneficioso para todos”, declara Morales.

Sin duda, Chile es hoy un hervidero con entidades que se ocupan de fomentar la cultura. Por ejemplo, La Llave Maestra estará en octubre en MicSur (Mercado de Industrias Culturales del Sur) en la delegación que representará al país y ya ha pedido una ayuda solo para iniciar un proceso de investigación y aprendizaje que desembocará en su cuarto espectáculo. Seguramente se estrenará a finales de 2017.