CRÍTICA TEATRO

OFF ELIA. LA CLÁSICA COMEDIACompañía: TDiferencia (Navarra). Texto y dirección: Maite Redín y Adriana Olmedo. Intérpretes: Maite Redín, Adriana Olmedo, Nerea Bonito y Ainhoa Ruiz. Lugar: Sala de los Arcos del Castillo de Olite. Fecha: Lunes 25 de julio. Público: 45 espectadores, lleno (aforo reducido).

Marujeo de altura

Una de sus novedades de la presente edición del Festival de Olite es el ciclo de microteatro que, con el epígrafe de Microclásicos, abre una ventana al teatro navarro en el corazón del Palacio. A la convocatoria pública de propuestas de un máximo de 15 minutos se presentaron 14 compañías y un jurado seleccionó 6. El primer bloque de tres propuestas (que se exhiben seguidas con el mismo ticket de entrada), se abrió el lunes en el recogido espacio de la Sala de los Arcos, conocida popularmente como “de los murciélagos”, con Off Elia. La clásica comedia, un divertimento de la compañía TDiferencia, protagonizado por cuatro personajes clásicos que se han hecho íntimas y se mantienen en contacto permanente gracias al teléfono. Son Medea, Celestina, Ofelia y Doña Inés. Cuatro señoras con un pasado que se las trae, pero a la última en cuanto a chismes y cotilleos sobre familia, amigos, amores…

El texto, en la línea de comedia habitual en la producción dramática de sus autoras, es un vertiginoso cruce de llamadas que se sucede a velocidad supersónica. Un pedorreo delirante, con tímidos reproches, mucha información marujil y continuados  chistes, que el público rió de lo lindo, a carcajadas en los momentos más logrados. Los diálogos se sostienen en un riguroso conocimiento de las tramas que las cuatro mujeres han protagonizado, a las que se les da la vuelta en la búsqueda de la comicidad total, aunque en contados momentos se tira del chiste fácil. Las cuatro actrices, excelentes, dominan un texto nada cómodo y lo vuelcan sentadas frente al público sin el más mínimo fallo y sin perder el ritmo acelerado que precisa el gag. Han interiorizado sus personajes y los devuelven a los espectadores con el tono, maneras, chocarrería, modismos y desparpajo de mujeres del siglo XXI, en una relectura irónica de los mitos clásicos que encaja a la perfección con el sentido del ciclo.

Acabada la representación, el público se desplazó al patio de la Morera para disfrutar de www.principe.virtual.com, la propuesta también cómica de La Nave escrita y dirigida por Miguel Munárriz, que interpreta junto a Marta Juániz. Un texto que juega con una de las mejores armas del teatro, la imaginación del espectador, obligado a  “visualizar” la escena que le van narrando los dos protagonistas porque sólo ellos la pueden presenciar, gracias a unas gafas de realidad virtual: el cortejo del Príncipe de Viana a una sirvienta del palacio.

De vuelta a la Sala de los Arcos, Sergio Albillo y Laura Laiglesia, de Butaca 78, representaron Planto del Soldado 1º, de Víctor Iriarte. Estrenado en 2015 en el Festival de Almagro, formó parte del espectáculo Calderón Cadáver, escrito por ocho autores que son premio nacional de teatro Calderón de la Barca con la técnica del “cadáver exquisito” creada por los surrealistas. Se trata de una relectura del mundo y significados de La vida es sueño, texto fundamental del teatro áureo. La pieza es un drama protagonizado por el soldado que encarnó la revolución que liberó a Segismundo de su segunda prisión y que ahora pena la cadena perpetua con la que el monarca le ha pagado, mientras dialoga con su conciencia.

Este ciclo se puede disfrutar tres ocasiones más: el viernes 30 a las 8 de la tarde, el sábado 31 a las 13 horas y el sábado 6 a las 20 horas.

El otro bloque de tres piezas breves lo integra Juicio al mercader, de Hoidek Producciones, No es tan feo… visto de cerca, de Producciones Maestras, y Rinconete y Cortadilla, de Atikus Teatro. Se estrena en los mismos escenarios el sábado 30 a las 20 horas y se repite el domingo 31 a las 13 horas, el viernes 5 de agosto a las 20 horas y el sábado 6 a las 13 horas.