«Al principio, parece un libro simple; pero luego uno descubre que en realidad es sencillo, y que esa sencillez es la cortesía en la que Fitzgerald envuelve una sofisticada red de recurrencias aparentemente casuales, por debajo de la cual discurre una poderosa corriente de sentido. Deberían leerlo todos los que confunden la complejidad con la complicación, y en particular los que abominan de la tercera persona y del planteamiento, nudo y desenlace».

Antonio Orejudo, escritor y crítico, sobre una novela de Penelope Fitzgerald (La puerta de los ángeles), en Babelia-El País (24-10-2015).