Transcribo carta al director / artículo de opinión que he remitido a Diario de Noticias.

Un mal día lo tiene cualquiera, especialmente Diario de Noticias cuando habla de la SGAE

Estimado Joseba Santamaría, director de Diario de Noticias:

Todos tenemos un mal día. También los periódicos. Por ejemplo, Diario de Noticias lo tuvo de preocupar del miércoles 6 de mayo. No apelaré a la amistad que nos une ya va para 40 años para que publiques esta carta, sino a tu dignidad profesional y a la del medio que diriges, harto como estoy hasta la indignación de la continuada falta de rigor, la desvergüenza e ignorancia supina que tus redactores exhiben cada vez que se escribe en el periódico de derechos de la propiedad intelectual y de la SGAE.

Si no me hubiera encontrado en la cama de un hospital ese día, nada más leer el periódico me hubiera presentado a primera hora en tu despacho del polígono Areta y después de darte un abrazo de amigo te hubiera cogido a ti y a dos de tus redactores el reloj, la cartera (con el efectivo y las tarjetas), los portátiles y las llaves del coche (con el coche, claro) y te hubiera dicho: “Voy a donarlos al niño almeriense Juanma López Fenoy, a quien David Bisbal ha organizado un concierto benéfico para atender su extraña enfermedad, el Síndrome de Alexander”.

Como me conoces y sabes que no soy un mangui ni me tienes por tonto, y como yo te tengo de siempre por un tío inteligente, en vez de llamar a la policía o darme un capón sé que me hubieras dicho una cosa sensata: “Víctor, me parece muy bien que practiques la caridad y apoyes las buenas causas; pero, por favor, hazlo con tu dinero y tus propiedades, no con las nuestras”. Yo te hubiera respondido: “Joseba, macho, has estado sembrado, tienes toda la razón”. Es curioso, mi sobrino de 6 años, se ve que viene espabilado, llegó a ese mismo razonamiento cuando le dije que le iba a quitar su colección de gormittis para dársela a los niños pobres. “Dales los tuyos, no los míos”, me respondió.

A dos de tus redactores, por lo visto, no les llega para entender este razonamiento. Y tergiversan la información y confunden a los lectores. No te pido que los despaches, no, pero sí que les recomiendes repasar de nuevo el temario de primaria, visto que no les da para razonar siquiera como un escolar. Página 3: En tu artículo Mesa de Redacción, Joseba, hablas del caso Galipienzo, el pájaro de Egüés, y recuerdas como injustamente os acusaron de difamación por denunciar el caso, uno de los brillantes ejemplos de periodismo de raza que ha protagonizado tu periódico en los últimos años. Sin embargo, permites en la columna de al lado, titulada Tres en Raya, que uno de tus redactores (no sé quién es, pues no firma), difamar sin disimulo a Eduardo Bautista, presidente de la SGAE, porque la entidad que preside ha hecho su trabajo dentro de la legalidad. Primera contradicción.

Curiosamente, sí tiene agallas de firmar lo que escribe uno de tus redactores, un tal L. Eguiagarai (Página 74, apertura de Mirarte), en su artículo Voraces, aunque su cuajo para dar la cara sólo le lleve a airear públicamente una ignorancia homérica y ponerse en ridículo. En 20 líneas le alcanza para tres lamentables meteduras de pata, todo un récord. Escribe: “Será que mucha gente no entiende cómo es posible que recaiga en una empresa privada la misión de velar por los derechos de autor…”. ¿Le extraña? Pues que se documente: es una normativa europea (a la que se tuvo que adaptar la legislación española hace dos décadas, con el ingreso en la UE, y también los estatutos de la SGAE). O, visto que no dispone de bibliografía, que razone como un niño de 6 años: ¿O no es un despacho de abogados privado quien defiende los derechos, por ejemplo, del periódico en el que escribe?

No queda ahí la cosa. Añade: “Vamos, que no se acaba de comprender por qué monopolizan esta función”. No la monopolizan. No pueden. Son ilegales en la UE los monopolios y la SGAE no lo es. Y es lamentable que Eguiagarai, que escribe en cultura, no sepa que hay en España al menos una decena de entidades de protección de derechos de autor. Que se informe, por favor, que para eso se le paga. Y tercer error del susodicho: “Hasta han tenido que rectificar (los de la SGAE)”. En eso coincide con el redactor anónimo, el que no da la cara en la página 3, que escribió: “Ahora dicen que donarán lo recaudado, pero eso no les salva”.

Pues no señor. No es así. Dan datos falsos. Es mentira lo que ha publicado el periódico, Joseba. Si te lees la noticia que ha dado lugar a estos dos lamentables comentarios (Mirarte. Página 80), maltitulada “La SGAE devuelve el importe que cobró en un concierto benéfico de Bisbal”, cualquier niño de 6 años entiende que en el texto no pone eso, pone otra cosa: “La Sociedad General de Autores (SGAE) ha decidido donar a la familia del niño Juanma López Fenoy, aquejado del síndrome de Alexander, la cantidad que reclamó en concepto de derechos de autor a raíz del concierto benéfico…”.

No sé si es ignorancia, falta de profesionalidad o maledicencia. O es que sus redactores no saben leer. O no entienden el castellano. La SGAE ha hecho una donación, lo cual le honra como institución y nos honra a todos los autores que a ella estamos asociados, por importe de la cantidad que recaudó. No ha tenido que rectificar nada, ni ha “devuelto” ninguna cantidad recaudada, ni ha donado lo recaudado, como apuntan tus redactores, porque de ser así, Joseba, la SGAE estaría cometiendo un delito, puesto que ese dinero recaudado no es suyo. Ha entregado lo recaudado a sus legítimos dueños (los autores de las canciones del concierto) y ha hecho una donación con dinero de sus propios fondos.

¿Tan difícil es entenderlo? El señor Bisbal organiza un concierto con un fin altruista y para ello pone su trabajo, lo cual es muy loable, y pone el trabajo de otros señores: los que han escrito las letras, las músicas, los arreglos de las canciones que el señor Bisbal ha cantado. Y de ese trabajo, y de los beneficios que genera ese trabajo, no puede disponer el señor Bisbal ni nadie. La ley obliga a recaudarlo sin excepciones (se hace así desde hace más de 100 años, tiempo que da para enterarse de los procedimientos, digo yo), y la SGAE cumple una ley que ni el redactor anónimo ni el señor Eguiagarai dan muestras de haberse leído.

Ya está bien de frivolizar con estos temas. Hay señores que se levantan cada día y se ponen al tajo como cualquier currela, sólo que frente a un ordenador o con una guitarra en las manos, y escriben novelas, y obras de teatro, y canciones, y si hay terceras personas que se lucran con ese trabajo (es decir, que ingresan un dinero por pinchar esa música en las radios, las televisiones, los bares, y en las bodas, señor periodista anónimo, también en las bodas) deben entregar una parte de ese lucro a sus legítimos propietarios. Porque aprovecharse del trabajo ajeno y no pagarlo es un delito. Se llama esclavitud. Y porque las canciones, Joseba, señor Eguiagarai y señor redactor anónimo, son propiedades tan protegidas por la ley como su reloj, su portátil, sus cuentas bancarias y sus coches, y nadie puede ir por ahí “regalándolas” para hacer caridad.

Y segunda y lamentable y penosa contradicción de Diario de Noticias en su edición del 8 de mayo. En la noticia maltitulada a que he hecho referencia, que firma Efe, dan cancha a dos única opiniones contrarias a la SGAE, cacareadas por dos piernas de preocupar, militantes del PP, qué curioso. Si yo fuera alguien en la SGAE (no lo soy, y así les luce), a estas horas ya estaría ante el juez el diputado Rafael Hernando, por injuriarnos a los autores llamándonos “sanguijuelas, chupones y golfos recaudadores”, y también estaría ante el juez el diputado Javier Arenas (ese que lleva 20 años intentando gobernar a los andaluces, pobrecillos como lo consiga), cuando propone cambiar las leyes para que la SGAE “no tenga derechos en actos y conciertos benéficos”. Es decir, lo llevaría ante el juez de guardia por hacer apología del robo, como ya he explicado y mi sobrino ha entendido perfectamente a sus 6 años.

Que dos señores del PP se dediquen públicamente al insulto y a animar al trinque es algo que no me extraña, me resulta más bien familiar. Querer vivir del trabajo ajeno está en el fenotipo de los conservadores hispanos, y más especialmente entre ese rancio señoritismo andaluz de casino, tablao, gracieta y olé que tanto nos está costando erradicar en este país y que tan bien ejemplifican esos dos desechos de tienta. Que lo apoye Diario de Noticias ya es otro cantar. Si van a ir por ahí, que me avisen, que me planto.

Como todo en la vida es susceptible de mejora, mi buen amigo Joseba Santamaría, voy a darte una idea. Te propongo que encargues un reportaje que devuelva la coherencia perdida momentáneamente por su periódico. Llevan meses tus redactores de economía (esos sí bastante enterados) señalando que una de las causas del agravamiento de la crisis económica es lo mucho que tardan las administraciones en pagar a sus proveedores. En paralelo, tu brillante equipo de cultura (casi todos buenos amigos míos, ya lo sabes) ha hecho de siempre una brillante defensa de la creación y los creadores. Te animo a que un día de estos uno de sus excelentes redactores indague en las administraciones navarras y publique quienes pagan y quienes no, y quienes lo hacen con retraso a la SGAE por la música y el teatro que contratan y programan. No sólo porque quiero conocer mejor la situación que ha llevado a que yo, por ejemplo, a 8 de mayo de 2008, todavía no haya cobrado los derechos de autor que me corresponden por la representación teatral de una de mis obras en Barañain el 29 de noviembre y en Arechavaleta (Vizcaya) el 27 de diciembre del año pasado, que ya es esperar. Es porque intuyo que estamos en esta misma situación muchos humildes trabajadores y sería bueno que un periódico como el tuyo ayudara a visibilizarlo.

Y también porque como sin duda no sabrás (ni sus redactores pueden explicártelo, dada la superficialidad con que tratan estos temas), los derechos de autor en Europa pertenecen al autor desde el mismo momento en que se recaudan o el espectáculo contratado se ejecuta. Por tanto, la Administración que ha programado el evento es un depositario de un dinero que ya no es suyo. No un tema de retraso en pagos y papeleos atrasados ni una leve falta administrativa. Estamos hablando de apropiación indebida, tipificado como delito penal. Y eso son palabras mayores.

Y, finalmente, porque ello permitiría a Diario de Noticias continuar defendiendo a los trabajadores autónomos de este país (como son la mayoría de los autores), en línea con el excelente artículo de José Luis Ibarrola Navaz, publicado, quizá por un sentido de la justicia poética que se me escapa, también el miércoles 8 de mayo, y que justificaba él sólo el precio del ejemplar de Diario de Noticias.

He superado las 30 líneas que exigen las cartas al director. Me reconocerás sin embargo, amigo Santamaría, que las aquí escritas siguen siendo pocas comparadas con las que han ocupado las noticias desinformadas que Diario de Noticias ha venido publicando sobre este tema. Por tanto, apelo, ahora sí, a nuestra vieja convecindad de la calle Ibañeta para que esta protesta airada que firmo pueda ser leída en su integridad por quienes leyeron las anteriores y se pueden estar haciendo un juicio distorsionado de un asunto complejo que nos afecta a todos, autores y público.
Un muy fuerte abrazo,

VÍCTOR IRIARTE
autor, periodista, gestor cultural