28 profesionales del teatro de Navarra que no pertenecen a la asociación profesional Napae han hecho público un manifiesto en el que solicitan la comparecencia de la presidenta del Ejecutivo foral, Uxue Barkos, para que aclare “si su gobierno quiere, desea y considera necesario un sector profesional de las artes escénicas en Navarra”. Asimismo, reclaman al departamento de Cultura que “pase de las buenas palabras y de las buenas intenciones a las buenas prácticas y a las buenas y equitativas decisiones”, y que los partidos políticos “cumplan con la parte de responsabilidad que les corresponde”.

Una nutrida representación de los autores del comunicado compareció ayer ante los medios en el Gayarre, donde lamentó tener que volver a salir a la luz pública para defender “un sector nunca reconocido y casi siempre menospreciado”, indican en el texto. “No entiendo que cada dos o tres años hay que salir a decir las mismas cosas, pero aquí estamos de nuevo, reivindicándonos constantemente”, dijo Marisa Serrano. Y Belén Otxotorena afirmó que esta acción “no busca conseguir funciones, de eso ya se encarga cada compañía por su cuenta, lo que queremos ante todo es un reconocimiento como sector y la dignificación de nuestra profesión”.

“Creemos que no somos lo suficientemente visibles dado que no estamos asociados, pero estamos aquí y queremos hacernos visibles a través de este comunicado”, afirmó Ángel Sagüés, que también remarcó que, en los últimos años se han practicado en Navarra una serie de políticas que no son nada buenas y que “han provocado bastante marginación”. “Hemos tenido que luchar con esas políticas que han favorecido otro tipo de propuestas, y pedimos a todos los agentes implicados en este ámbito que nos oigan, nos tengan en cuenta y que al menos nos den igualdad de oportunidades para poder desarrollarnos y trabajar”. No en vano, como señalan en el texto, este sector está formado, en su mayoría, “por personas autónomas con una actividad económica precaria, pero, sobre todo, desconocida”. “Cumplir con las correspondientes obligaciones fiscales resulta una tarea casi imposible y, a pesar de ello, hacemos grandes esfuerzos por conseguirlo. Sin embargo, es muy ingrato comprobar que estos esfuerzos no se ven recompensados ni con el apoyo de la Administración ni con el reconocimiento de algunos responsables de la gestión cultural y, en algunos casos, tampoco con la comprensión de parte de la sociedad”, añade.

Los firmantes del manifiesto no conforman ninguna asociación, de hecho, muchos fueron fundadores de Napae, con la que luego rompieron “porque nos llevó a un sitio en el que no nos sentimos cómodos”. “A día de hoy todavía estamos con el trauma y no hemos encontrado la manera de generar una relación que nos parezca adecuada”. Sin embargo, a falta de una estructura más estable, lo cierto es que este grupo se reúne frecuentemente y comparte preocupaciones y reflexiones. Fruto de esos encuentros son las propuestas que hicieron públicas ayer y que también incluyen una valoración del primer año de la actual legislatura. “Hemos tenido varias reuniones con el nuevo departamento de Cultura de nuestra comunidad, que, por fin, nos pregunta y nos tiene en cuenta”, comentan en el texto. Y siguen: “Sin embargo, algunas decisiones tomadas por este nuevo gobierno, que repite algunos errores del pasado, y los sin duda muy mejorables procederes en los que se ha llevado la gestión y programación del Festival de Teatro Clásico de Olite están dificultando que confiemos en un verdadero cambio para el teatro y sus profesionales, y, por supuesto, para el propio público, que con su voto pidió también un cambio en el ámbito de la cultura de Navarra”. En palabras de Ángel Sagüés, “se están arrastrando inercias” y llevando a cabo actuaciones “que no tienen que ver con la comunicación y la transparencia anunciadas”, y citó casos como el programa 400/1000, que calificó de “oscuro”. “No ha quedado claro cuál era el procedimiento y el objetivo de este programa, cuando había otras propuestas más claras”, indicó. Y en el comunicado también se critica que, si bien “hemos contribuido a que el teatro, la danza y la música estén socialmente aceptados y así lo demuestran la proliferación de talleres, escuelas, cursos, academias…, el sector profesional sigue sin reconocer y apoyarse”. Y dicen más: “Paradójicamente, asistimos a la creación ininterrumpida de grupos aficionados apoyados por el Gobierno y a la desaparición casi total del sector profesional”.

Al mismo tiempo, ha habido aspectos este año que estos profesionales juzgan positivos, como las reuniones convocadas por el departamento para diseñar el Plan Estratégico de Cultura, aunque piden rapidez porque podría acabarse la legislatura sin que se haya implementado, “como ha pasado otras veces”.

Otra de las demandas clave de esta asamblea es la realización de un estudio del sector “que ayude a conocerlo, ordenarlos y desarrollarlo”. “Hay que saber muchas cosas; quién está viviendo realmente de las artes escénicas y quién no, en qué epígrafe estamos en la declaración de la renta, cómo contribuimos a las arcas públicas… Y si no se estudia seguiremos arrastrando estos problemas años y años”, declaró Marisa Serrano. Por último, el colectivo solicita “una normativa que regule las ayudas a la producción y una contratación crítica y equitativa de las actuaciones”.

Firmantes. Ana Maestrojuán, Ángel Sagüés, Asun Abad, Aurora Moneo, Belén Otxotorena, Inma Gurrea, Ion Barbarin, Ion Iraizoz, Iratxe García, Izaskun Mujika, Juan Lobato, Juan Sansegundo, Leire Ruiz, Maiken Beitia, Marisa Serrano, Mercedes Castaño, Montse Zabalza, Nanna Sánchez, Oier Zúñiga, Pablo del Mundillo, Patrizia Eneritz, Patxi Larrea, Sofía Díez, Susana Gutiérrez, Txori García, Vidal Ruiz, Virginia Cervera y Zoila Berastegi.

Las cinco peticiones clave.

1. La reducción del IVA. Desde este grupo saben que no corresponde a Navarra, pero sí que se puede “hacer presión desde las comunidades autónomas”.

2. El estatus profesional. “Estamos integrados en regímenes que por el carácter de nuestra actividad son claramente discriminatorios. Necesitamos un Estatuto del Artista para Navarra donde se reflejen los derechos y obligaciones en materia de fiscalidad, se establezcan criterios sólidos para las ayudas a la producción, para el acceso a programas públicos, para el uso de espacios para ensayos y representaciones, etcétera”.

3. Estrategias para la Red de Teatros en cuanto a objetivos, personal, derechos y obligaciones. “Hace falta un plan que garantice la igualdad en el acceso a programaciones”.

4. La transversalidad del sector.

5. Acceso a públicos. “La cultura es un derecho”.