La Llave Maestra, compañía navarro chilena de teatro de gesto y objetos, vuelve a representar Nómadas este otoño en Navarra tras actuar en Sudamérica y Asia con el espectáculo el estrenado el 22 de mayo en el Teatro Gayarre.

Es un tercer montaje tras Bestiario y Delirios de papel. Dirigidos por Álvaro Morales, lo interpretan Aintzane Baleztena, Patxi Larrea y Edurne Rankin. Isidro Ferrer es responsable de la parte gráfica; Gorka Pastor, en la música, y Natalia Sesma, en el vestuario.

“La de Taiwán fue una experiencia muy buena, nos abrió un espacio y público nuevos”, explica el director, Álvaro Morales, para quien lo mejor de esta gira internacional ha sido, sin duda, representar no solo el último título, sino también los dos anteriores. Así, en la isla ofrecieron seis funciones de Delirios de papel y un taller; en Buenos Aires, cinco de Bestiario y Delirios, y, ya en Santiago, doce de Nómadas. “En todas partes la respuesta ha sido buena y nos han acogido muy bien. Volver a Argentina ha sido especial porque es la segunda vez y ya hemos creado un vínculo con el festival de teatro comunitario”, agrega el chileno. Precisamente, su país es donde la compañía recibe más apoyo, no en vano “viajamos con dinero que recibimos de las instituciones de allí”, comenta Rankin, encantada con el recibimiento en el país andino. “Es muy difícil que vengan a verte los críticos porque la oferta teatral en Santiago es enorme”, pero acudieron y las reseñas fueron excelentes.

“La compañía ya se está haciendo un nombre y comprobamos que tenemos un público fiel que ya ha visto nuestros espectáculos anteriores”, continúa la actriz, que, al igual que sus compañeros, opina que mover los tres montajes les proporciona más opciones de trabajo y, en definitiva, de sustento. “Lo importante es vivir de esto, porque aunque haya gente que siga pensando que los artistas estamos todo el día en el sofá viviendo del cuento, resulta que comemos, nos vestimos, tenemos facturas que pagar y para conseguirlo seguramente trabajamos más horas que la mayoría”, dice.

Mover tantas historias con sus respectivos vestuarios y decorados no es, en cambio, tarea fácil. Y no tanto en el caso de Bestiario y Delirios de papel, “porque todo cabía en maletas y eran fáciles de llevar”, señala Aintzane Baleztena, como en el de Nómadas, “que tiene mucho más volumen y un montón de detalles”. De ahí que enviaran la escenografía por barco hasta Chile. Y allí se ha quedado, porque para los bolos que tienen programados a este lado del océano están construyendo una nueva en su taller en Zizur Mayor.

Antes de llegar a Navarra, la primera función de la compañía en España tendrá lugar el 3 de octubre en el Festival Iberoamericano de Almagro. Luego llegarán dos citas en Zizur, y una en Mutilva, Irurzun, Burlada, Noáin, Etxarri-Aranatz y Olazti.

“Con las funciones de ahora termina esta primera etapa en la que la obra ha evolucionado y ajustando muchas cosas; esperamos que el público y los programadores la vean y salgan funciones, porque nuestra intención es estar con el proyecto al menos dos años”, termina Morales.