Crítica de teatro de Víctor Iriarte en Diario de Noticias de «Caperucita Rock», de TDiferencia, en la Casa de Cultura de Noain
CRÍTICA TEATRO
Caperucita Rock. Compañía: TDiferencia (Navarra). Dirección: Miguel Molina. Intérpretes: Nerea Bonito, Adriana Olmedo y Maite Redín. Composición musical original: Jon Zabala. Lugar: Casa de Cultura de Noain. Fecha: Viernes 26 de diciembre. Público: Lleno, 300 espectadores.
Gira y marcha
Hace ahora un año se estrenó esta Caperucita Rock con una inversión notable de la productora navarra, pues preparó elencos para representarla en castellano y euskera, y después de haberse traído a un director experto en el formato de cabaré. Una decisión que se ha demostrado acertada, pues una mirada ajena al equipo de trabajo habitual siempre hace crecer a los intérpretes y eleva el resultado global del espectáculo.
Fue una de las propuestas más puntuadas en las ayudas a la producción de artes escénicas de 2014 del Departamento de Cultura y beneficiaria por tanto del programa, denominado De gira, de ayuda a la exhibición, que ha entrado en funcionamiento este año y es uno de los grandes aciertos del Gobierno de Navarra. Con él se atiende una reivindicación histórica del sector, al vincular por primera vez en Navarra la ayuda a la producción con otra a la exhibición, rentabilizando de forma más efectiva la inversión pública y evitando que muchos trabajos apenas se representen una vez estrenados. De gira va a marcar sin duda un camino, exigiendo al teatro profesional navarro apuestas de mayor ambición artística y presupuestaria, alejándose de las habituales fórmulas de supervivencia, lo que a medio plazo permitirá también competir mejor en el mercado foráneo, talón de Aquiles del teatro local.
Llega pues esta Caperucita Rock muy rodada y con la agenda de bolos navideños repleta en los espacios de la Red de Teatros de Navarra. El guión manipula a placer el cuento tradicional añadiéndole variantes relacionadas con la música. Mediante el recurso del sueño, la niña rockera se ve envuelta en el cuento, en el que el lobo sueña con formar pareja artística y poder grabar un disco en el estudio de la abuelita, prestigiosa productora. La pieza se sustenta en la vis cómica de Nerea Bonito (que compone distintos personajes gracias a su facilidad para hablar como en los “dibujos animados”, lo que le permite representar a la hermana pequeña, la madre, una ardilla y la abuela) y en las virtudes como cantantes de ésta y de Adriana Olmedo, que interpreta a un lobo más gamberro que aterrador. La obra nos descubre la faceta guitarrera de Maite Redín, que encarna a la protagonista, y cuya mano se nota en el guión, especialmente en los guiños que su personaje dirige al público adulto. Las líneas maestras del texto, sin embargo, se alejan de la complejidad en favor de hacer comprensible la deriva del cuento entre los niños de más corta edad, mayoritarios en el patio de butacas. Y tiene su moralina: es bueno leer y creer en los cuentos, los hermanos tienen que llevarse bien, es normal tener miedo y hay que luchar por superarlo…
Hay un cuidado especial en el vestuario que exhiben los personajes, y que permite caracterizar muy bien a los diferentes tipos que interpreta Nerea Bonito. La puesta en escena se completa con una cuidada iluminación y tres carras cuadrangulares que, haciéndolas girar, muestran la habitación de las niñas, el bosque y la casa de la abuelita, aunque no logran aforar bien y se ve el trasiego de personas por el fondo. Se interpretaron cuatro temas musicales pegadizos, que se antojaron escasos para un espectáculo “musical” y quizá faltó uno que cierre el espectáculo, porque el final queda un tanto desvaído.
POR Víctor Iriarte. Publicado en Diario de Noticias el lunes 5 de enero de 2015.
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