- by Victor Iriarte Ruiz
- on 24th diciembre 2013
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«Los miedos de Anita», de Concha Párraga, y el tradicional chocolate fundido en la función navideña de la ENT desde el jueves
Los miedos de Anita, la función de Navidad de este año de la Escuela Navarra de Teatro, se estrena el jueves 26, y que se representará también los días 27, 28, 29 y 30 de diciembre y 2, 3, 4 y 6 de enero, cada día a las 18.30 horas. La taquilla se abre a las 17.00 y desde el primer día se pueden comprar entradas para el resto de funciones. El precio de la localidad, 7 euros, incluye el chocolate con pastas que se repartirá en el descanso.
La obra de Concha Párraga, ganadora del Concurso de textos teatrales dirigidos a público infantil que convoca el Ayuntamiento de Pamplona, se compone de «escenas muy breves y trepidantes», cuenta María Sagüés, directora de este montaje en el que Assumpta Bragulat ha ejercido de ayudante de dirección. El argumento parte de que Anita ha perdido a su madre hace poco. Y tiene muchos miedos. Le asustan la oscuridad, la soledad, algunos medios de transporte… Su padre no pasa mucho tiempo en casa, siempre está fuera por temas de trabajo y esta vez ella quiere que la lleve con él, así que ambos emprenden un viaje a unas excavaciones arqueológicas en Egipto.
En el elenco, Josefina Maggiotto, Ángel Escalada, Imanol Sucino y Oier Zuñiga, alumnos de tercer y último curso de la ENT. Para los cuatro, esta función supone toda una oportunidad, ya que «trabajas para un público que es muy complicado, pero que, a la vez, es capaz de irse de viaje contigo adonde les propongas», será porque, como añade Maggiotto, «son más libres, tienen más imaginación y están más frescos que los adultos».
Aunque los miedos son el punto de partida del argumento, Sagüés subraya que la historia es «muy positiva» y «dinámica», ya que el mensaje final es que «no podemos paralizarnos por nuestros temores, sino que hay que superarlos y seguir con nuestra vida», y cita una frase de Nelson Mandela: «No es valiente quien no tiene miedo, sino el que sabe controlarlo, conquistarlo». En ese sentido, Anita aprende a manejarlos con el apoyo de la gente que tiene a su lado y «con sus ganas de vivir, de divertirse y de jugar». Precisamente, los actores han construido sus personajes a través de un mecanismo lúdico. «En todo proceso creativo trabajas los miedos, y en este más, te desnudas y con el trabajo en equipo van saliendo los personajes; luego solo hay que jugar», dice Maggiotto. «Tenemos una gran escenografía», agrega Escalada.
Los miedos de Anita está concebida para público a partir de 4 años, incluyendo a los adultos, claro, ya que aquí también se abordan situaciones cotidianas como la relación padre-hija. «Se ve cómo él tiene que gestionar la muerte de la madre, cómo de pronto debe cuidar de su hija él solo y cómo afronta el dolor de perder a su compañera», señala Sagüés, que vuelve a dirigir el cuento de Navidad de la ENT después de años sin hacerlo. «Las cosas han cambiado, el lenguaje de los niños de hoy es diferente, pero, en el fondo, los temas siguen siendo los mismos», afirma.
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