Hoy se cumplen 5 años del nefasto «Misión cumplida» de George Bush, anunciando el fin de la guerra de Irak. Con toda la parafernalia posible, el equipo del presidente colocó el cartel en el portaviones, justo detrás de donde el presi anunciaba el supuesto fin de las hostilidades en Irak (luego mintió su portavoz al decir que el cartelito de marras lo habían colocado los marines). Son varios cientos de miles los muertos desde entonces, también muchos los soldados americanos y de otros países que han caído en ese conflicto interminable, y que además está perdido.

George Bush va a pasar a la historia como el peor de los presidentes de EE.UU., sin duda alguna. Un inútil integral, intelectuamente plano, rodeado de trincones y fulleros, que vieron en Irak fórmulas para la rapiña empresarial que beneficiara sus bolsillos, aprovechando el shock de los atentados del 11-M. Ya sabéis de quienes hablo, el vicepresidente (vaya palomita), Runsfeld y toda la camarilla. Bush, lógicamente, también marca el nivel intelectual de los amiguetes que le reían las gracias. El trío calavera de la Azores, ya recordáis.

Si Aznarin hubiese sido un político mínimamente leído, y viajado, hubiera podido encontrarse con estas declaraciones de Valle-Inclán, hechas hace 80 años y referidas a la guerra española en Marruecos, y pasárselas a sus compinches de razzia, pero es que el ex líder del PP, hoy cobijado en negociados más productivos, tampoco daba intelectualmente para nada.

Aquí van:

“¡Ah, Marruecos! No solamente es un asunto perdido, sino que es lo que traerá la revolución a España. No es posible que España pueda sostener esa guerra, porque no cuenta con los hombres que hacen falta, y mucho menos, con dinero. Por otro lado, mírese como se mire, es un mal negocio que no hemos debido emprender nunca. En toda guerra hay que tener presente tres factores indispensables: el factor terreno, el factor hombre y el factor armamento. En todos ellos estamos en inferioridad. En factor terreno desde luego los moros lo conocen mejor que nosotros; en factor hombre, sabido es que lucha mucho más y mejor el que pelea por la independencia de su patria que el que va a pelear a tierra extranjera, materialmente a la fuerza, y sin ningún móvil que le sirva de estímulo. En cuanto al factor armamento, triste es decirlo, pero también los moros están en condiciones ventajosas; verán ustedes por qué: en la guerra europea lucharon muchos miles de musulmanes que se adiestraron en hacer la guerra a la moderna, y hoy esos mismos musulmanes están haciendo una gran propaganda de unión entre ellos, para lo cual se valen nada menos que de la religión, que es el factor que más les une. Añádase a esta unión no lejana, la instrucción militar que los rifeños recibieron de agentes alemanes durante la guerra europea, y el armamento que Alemania vendió a los moros, y véase qué futuro tan poco lisonjero nos aguarda. Ese interés de Alemania en dar instrucción a los rifeños, tenía por finalidad combatir a los franceses en Argel, para que Francia se viera obligada a mandar un gran contingente de fuerzas, que tendría que sacar del frente europeo. Éste fue otro mal paso en la política española, que hoy estamos pagando, pues Francia estaba perfectamente enterada que España hacía la vista gorda. Ahí tenemos a Inglaterra, que tiene colonias en todo el mundo, y de las musulmanas se irá deshaciendo poco a poco, porque sabe que luchar con musulmanes es tener guerra eterna”.

Estrevista a Ramón María del Valle-Inclán realizada por el periodista Mario López Bacelo, para España Nueva, publicación de La Habana, publicada el 30 de noviembre de 1921. Las negritas son mías.