Javier Salvo, presidente de la junta directiva de la Federación de Teatro Amateur de Navarra, que reúne a 25 grupos, el teatro amateur navarro ha sido olvidado por la Administración. «Los grupos solo cuentan con ayudas, cada vez más limitadas, de los ayuntamientos» y es «injusto», dado que estas manifestaciones «están en el origen y desarrollo» de las artes escénicas en la Comunidad Foral. Desde este colectivo se «sospecha» que las causas de esta situación «responden a una voluntad política de que desaparezcamos; voluntad que se articula desde un espacio institucional dominado por algunos profesionales poco sensibles a nuestra labor», explican.

Y se apoyan en hechos: «En los últimos veinte años han desaparecido las escasas plataformas de apoyo abiertas al sector aficionado», casos del catálogo de grupos artísticos, ayudas a equipamientos de agrupaciones artísticas, Rondas de Otoño, Primavera, ayudas a montajes y Arte y Cultura, un programa que «acaba extinguiéndose bajo la apuesta de la Red de Teatros de Navarra dedicada, exclusivamente, al teatro profesional».

Precisamente, sobre este servicio, que se encuentra en fase de estudio por parte del Gobierno foral, la federación opina que «no tiene sentido una articulación de la actividad en los espacios escénicos públicos sin tener en cuenta la aportación del sector aficionado». Entienden que su participación debe diferenciarse de la línea profesional, pero también que tiene que apoyarse al teatro asociativo de base.

Siguiendo con esta cuestión, la entidad considera «paradójico» el hecho de que el Teatro Gayarre «haya abierto su espacio en tres ocasiones a grupos amateurs y haya veinte localidades con espacios adheridos a la red que no hayan programado ni un solo espectáculo de los veinte estrenados por el teatro asociativo navarro». Es más, las agrupaciones que más han representado sus obras lo han hecho en un 80% de las ocasiones fuera de esos escenarios. En definitiva, «cuando nos hemos dotado de unos espacios perfectamente equipados, tenemos espectáculos parados, y si queremos actuar, tenemos que coger de nuevo todos los bártulos, nuestro teatrillo portátil y volver a los frontones, las escuelas, los colegios… ¡Demencial!». De hecho, la federación defiende que «una décima parte del presupuesto de la red bastaría para duplicar el número de representaciones si se contara con la oferta del teatro aficionado».

En cuanto a la situación de este subsector de las artes escénicas, la crisis, pero también «la limitación de posibilidades» al teatro aficionado están dejando huella en el volumen de funciones, que «en los últimos tres años han bajado a la mitad», y en los cachés, «reducidos en un 30%». Esto, a pesar de que, según la Federación de Teatro Amateur, y a falta de completar datos, en 2011, los grupos amateurs navarros han estrenado 21 espectáculos y entre 31 agrupaciones han realizado 103 representaciones, sumando más de 15.000 espectadores.

Estas cifran hablan de «vitalidad», pero también de «precariedad», por lo que este colectivo realiza una serie de peticiones a las instituciones. Como «una política que dé contenido a la Red», la promoción de muestras de teatro amateur y un plan de formación en artes escénicas en todas las zonas de Navarra. Además, demanda apoyo a la creación y difusión del trabajo del teatro asociativo navarro, que realiza también actividades de dinamización sociocultural, y un plan estratégico que estudie el ámbito escénico y genere compromisos entre todos los agentes implicados. Desde la Federación de Teatro Amateur muestran su «disposición» a trabajar en esa línea.