Tuvo lugar ayer la gala de celebración de las bodas de diamante del Teatro Gayarre (pasó del 3 al 7 para evitar coincidir con el partido de Osasuna), con un gran éxito de público (se llenó hasta la bandera el teatro) y muchas felicitaciones finales, en las que sin duda influiría el que todos los espectadores entraron gratis (como para protestar) y que fueron despedidos con una copa de cava, también gratuita.
La gala tuvo la agilidad necesaria (era el mayor temor de todos, y afortunadamente el trabajo de los regidores fue magnífico) y la gente rió con el guión que interpretaron los presentadores, Marta Juániz y José Mari Asín, y que elaboramos Maite Pérez Larumbe y yo mismo, como se lee en el programa de mano que adjuntamos. Especialmente, con ese Tenorio modernizado gracias a la facilidad para versificar de Maite. Y, por supuesto, con los de Imprebís, que estuvieron magníficos, especialmente en el resumen final de la gala y la coreografía de las sillas.
La mejor sorpresa de la velada, para mí, tuvo lugar cuando me presentaron a doña Narcisa Martinicorena García, de 90 años de edad, y confesó que había sido una de las señoritas que habían bailado en la gala inaugural, el 3 de mayo de 1932 (la lista de las integrantes de aquel cuerpo de baile de señoritas bien de la ciudad la pueden ver en el programa del año 32, que el Gayarre puso como contraportada del editado para la gala de ayer). Solo dos señoras viven de las que participaron en aquella función: doña Narcisa, que bailó con 15 años de edad, y su hermana Ascensión, que no acudió a la velada. Las fotos que nos mostró de aquel día creo que deberían intentar colocarse de alguna manera en la exposición de los 75 años del Teatro Gayarre.
Nos confesó doña Narcisa que los dos cuadros musicales salieron en 1932 bastante flojitos, para desesperación del director que se había desplazado para ensayarlas, Carlos Boyer, que era primo de Miguel Boyer, ex ministro de Economía en el primer gobierno de Felipe González.
Fue una pena no haber sabido hasta ayer de doña Narcisa, viuda de Galbete, porque entonces la hubieramos subido al escenario a recibir los aplausos. Sí subió emocionado Pedro Osinaga a recoger la segunda Butaca de Honor del Teatro Gayarre.
Ha sido un auténtico placer trabajar con todo el equipo técnico y artístico que se dejó la piel en la velada de ayer (Santos, Juanpe, Dani, Guillermo… entre los técnicos; Miguel Munárriz, Javier Baigorri, Leyre Ruiz, Pilartxo Munárriz, los Imprebís…). Ahora sólo queda resistir hasta la velada del centenario, el 3 de mayo de 2032.