Obra: Besos. Autor: Carles Alberola. Compañía: En Boca Teatro. Intérpretes: Estefanía de Paz, Guillermo López, Xabier Artieda, Gina Zabalegui, Marian Ruiz. Lugar y fecha: ENT, 20, 21,25, 27 y 28/04/13. Público: tres cuartos de entrada (en la función del 28).

Amores que cantan

Música y amor: un binomio inseparable desde la invención de la primera. O desde la invención del segundo, que no tengo claro cuál es anterior ni sabría decir cuál, en ocasiones,  es más real y cuál más inventado. ¿Cuántas canciones de amor hay? Miles. Millones. Acabaríamos antes enumerando las que no hablan de amor. Y, sin embargo, si tratamos de hacer una lista, ¿por qué las que nos vienen a la cabeza suelen ser las más triviales, las más ramplonas y cursis? Y no solo eso: ¿por qué a veces son las que más nos gustan? Lo única justificación que se me ocurre es que, como dijo Camilo Sesto, “Siempre me voy a enamorar de quien de mí no se enamora”. Juicio inapelable.

Tuve ocasión de ver Besos hace más de diez años representado por Carles Alberola al frente de su compañía Albena Teatre (también en el escenario de la ENT, por cierto), y siempre he recordado la función como una de las comedias que más he disfrutado. Tal vez porque esa mezcla entre humor y cancionero de karaoke me producía una especie de placer culpable. Pero seguramente también porque las escenas escritas por el autor valenciano estaban ideadas con un ingenio más que notable. Diez pequeñas historias sobre el amor desde diferentes puntos de vista: el amor eterno, la felicidad, la pasión desenfrenada, pero también la ruptura, las discusiones o el desamor. Las dos caras del sentimiento, como la cara A y la cara B del mismo disco. ¿Cuántas comedias sobre el amor hay? No sé si miles o millones, pero muchas. Besos tiene un toque especial, de todas maneras. He visto después revisiones de la pieza. Es un texto agradecido, muy resultón, y los reencuentros con él son siempre placenteros. Pero ya se sabe que los primeros amores son los que marcan por siempre.

En cualquier caso, esta versión de la obra con la que se estrena la compañía En Boca supone una oportunidad de vivir una aventura que mitigue la nostalgia por aquel romance pasado. Sus intérpretes afrontan el reto con el descaro y la vis comica que precisa la obra para que texto y canciones se ensamblen en esta peculiar comedia musical que tiene algo de disco de Grandes Éxitos. La compañía ha actualizado esta antología añadiendo algún hit que no estaba en el original, una práctica que ya preveían en su momento los miembros de Albena y que no resulta en absoluto fuera de lugar en esta pieza festiva y festivalera (del Festival de Benidorm). Los intérpretes se defienden aceptablemente  en la parte musical. Se nota la experiencia de algunos en este campo, aunque el resto sale también airoso del empeño.

En la vertiente actoral, quizá se eche en falta una visión unificadora en la dirección que ajuste el ritmo de alguna réplica o de algún cambio de escena. En algún momento puntual me pareció detectar cierta tentación por recargar un poco la comicidad y llevarla hacia la exageración. Creo que no es necesario y me parece, en todo caso, que, en líneas generales, el tono de comedia está bien logrado. La función cumple perfectamente su propósito de hacer pasar un rato divertido, aunque esta mirada en apariencia intrascendente pueda disimular cierta malicia en el enfoque de un tema que tantos quebraderos de cabeza nos causa y nos causará. Si Mihura definía la comedia como “la sabiduría de dar liebre por gato”, Besos es el arte de dar Neruda por Perales.

Pedro Zabalza en Diario de Noticias y en http://oscurofinal.wordpress.com/