“Para mí, los niños son lo máximo. La decadencia del ser humano empieza a los seis años porque se pierde esa elegancia maravillosa que tienen los niños, la creatividad. Uno ve un chico de cuatro y es todo gracia, inteligencia, atención. Pasan 10 años y se transforma en un adolescente estúpido, distraído, maleducado. Es como una crisálida al revés: no sale una mariposa, sino una oruga”.

César Aira, novelista, entrevistado en Babelia-El País (25-7-2015).