Elena Santonja ha muerto a los 84 años en Madrid, según informó la Academia de Cine. Sus raíces familiares se hunden en el mundo del arte, desde su bisabuelo, el pintor Eduardo Rosales, hasta su esposo, el cineasta y escritor Jaime de Armiñán, con quien mantuvo 60 años de inseparable matrimonio. Santonja ejerció de cantante, pintora, actriz y presentadora de televisión, en un alarde de polifonía profesional.

El rostro de Santonja está ligado a TVE desde su estreno como presentadora en el espacio Entre nosotras en 1958, sólo dos años después del nacimiento de la cadena pública. Casi tres décadas más tarde llegaría su explosiva popularidad televisiva y culinaria. Pronto se hizo querida por los espectadores, gracias tanto a su autenticidad como a su apasionamiento. Cercana, creíble y veraz. Muy pocos pueden presumir de tanto. Sin embargo, su salida de la cadena pública fue agria, enfrentada con la dirección, a la que acusó de no mantenerla en la programación por negarse a promocionar, sin recibir compensación económica, los productos de la sociedad que patrocinaba el programa. TVE fue condenada a readmitirla y a pagarle una indemnización de 10 millones de pesetas.

Santonja, en 2014.
Santonja, en 2014. L. AZANZA

Entre todo ello, Santonja siempre permaneció activa. “Yo soy lo que me pidan, pero sobre todo, lo que me apetezca”, afirmaba en una entrevista concedida a El PAÍS en 2014, en la que aún se mostraba combativa en el terreno culinario: “Yo no entiendo de cocina moderna. No veo los programas de hoy en día. Si utilizase el nitrógeno ese, mi cocina estallaría”.

Su relación con el mundo del cine fue muy cercana durante toda su vida, gracias a su marido, y debutó como actriz a los 29 años nada menos que en un icono como El Verdugo, de Luis García Berlanga. Aunque nunca se consideró intérprete profesional, llegó a participar en cuatro películas más, siempre en personajes episódicos: Brandy (1964), Crimen de doble filo (1965), Un, dos, tres… al escondite inglés —que contó con música de Vainica Doble— (1970) y La marcha verde (2002), además de en la tv movie Total (1983), de José Luis Cuerda —en la que también estuvo presente su hermana Carmen— y en la serie Manolito Gafotas en 2004.

Elena Santonja queda como un icono de la pequeña pantalla, una de las mejores representantes de una televisión hoy desaparecida, aunque también reivindicable. Si otra televisión es posible, lo será con figuras como Santonja.

Elena Santonja dirigió y presentó Con las manos en la masa, un espacio que TVE estrenó en 1984 y que permaneció en antena durante siete años, del que aún hoy beben casi todos los programas de cocina que se emiten en las diferentes cadenas. Su esquema era simple: dos recetas a elaborar y un personaje invitado, al que se entrevistaba mientras se preparaban los alimentos. En su plató estuvo presente casi al completo el mundo cultural español. Desde Gonzalo Torrente Ballester hasta Rosa Chacel. Desde Fernando Fernán Gómez hasta Pedro Almodóvar. Desde Joaquín Sabina hasta Alaska. Un desfile del que cualquier cadena de televisión presumiría durante décadas. La sintonía de Con las manos en la masa, compuesta por el dúo Vainica Doble —del que formaba parte Carmen Santonja, hermana de Elena—, e interpretada a dúo junto con Sabina, es una canción por la que, aún hoy, matarían cientos de cantautores y que permanece en la memoria de varias generaciones que se asomaban a una televisión con solo dos canales.

Además de presentar el formato, Santonja lo dirigía e ideaba los platos junto al guionista, Álvaro Lion-Depetre. Lo más reconocible del espacio -al margen de su canción- eran los famosos que acudían a él para ponerse el delantal y preparar las recetas del día: Joaquín Sabina, Alaska, Carlos Berlanga, Fernando Fernán Gómez…y así una larga lista de hasta 300 nombres relevantes de aquellos años que mostraban su faceta más personal entre puchero y puchero.

Además de cocinar, Elena era una gran aficionada a recoger setas. Fruto de estas pasiones surgieron cuatro libros: Paso a paso por la cocina de Elena, 24 setas de Madrid, Diccionario de cocina y Las recetas de mis amigos.

En 1956 se casó con el escritor, guionista y director de cine, Jaime de Armiñán, con quien tuvo tres hijos: Álvaro, Eduardo y Carmen.