El teatro empieza a plantar cara a los ayuntamientos morosos

Artículo de ROSANA TORRES publicado en El País el 23 de noviembre de2011

Kamikaze Producciones, la productora de profesionales de primerísimo nivel que están viviendo momentos de gloria, como Miguel del Arco y Aitor Tejada, ha plantado cara al Ayuntamiento de León. «Si no nos pagan no acudimos». La medida ha sido recibida con algarabía por toda la profesión que no oculta su hartazgo porque se les quite el dinero que les pertenece. Otra idea que ha empezado a circular entre los damnificados es acordar con los ayuntamientos que se les pague en el descanso de las funciones, cuando ya han recogido el dinero de taquilla, y de no cumplir el compromiso no terminan la función, explicando al público el por qué de esa medida

Cada vez son más voces las que denuncian la paradójica y desesperada situación por la que está pasando el teatro en España. No el teatro público, sino las compañías que suelen ser programadas en los casi 200 teatros que hay repartidos por toda España y cuya titularidad en la práctica totalidad es de los municipios donde se encuentran.

Se ha hecho común la práctica, salvo poquísimas excepciones, que los grupos programados se queden sin cobrar sus honorarios, a pesar de llenar los teatros y de que el público ha pagado religiosamente su entrada para verlos. Pero como el interventor del teatro suele depender del Ayuntamiento, con la escusa de que tiene que pasar el cobro por gerencia, se suelen quedar esos dineros que tardan meses y hasta años en llegar a sus legítimos dueños.

De hecho ya hay compañías con el agua al cuello, o arruinadas, como el caso de Teatro El Cruce y otras, a pesar de atraer cada vez más espectadores, por la gran calidad de sus montajes. Y otro tanto les pasa a productores como Jesús Cimarro, Concha Busto o Juanjo Seoane, todos ellos con larguísima experiencia en el sector, que se ven ahogados por los impagos.

«Nos ha pasado algo curioso y muy, muy triste», señala el director de montajes como La función por hacer o Los veraneantes. «Hoy, día 23 de noviembre, tendríamos que haber ido a León a hacer bolo [nombre que reciben las representaciones sueltas] con La función por hacer. Como estábamos informados de que el Ayuntamiento de esta ciudad debía mucho dinero a otras compañías optamos, en primera instancia, por declinar la invitación», señala el director cuya actitud es la que están tomando muchos grupos para no seguir acumulando la deuda que, de seguir creciendo, es muy altamente probable que les obligue a dejar la actividad. «Pero el Ayuntamiento de León, a través de su programador, nos llama, insistentemente, para asegurarnos que, si vamos, nos pagará, lo cual es tremendo que esté en tela de juicio, pero en fin…», dice Tejada, socio del director y quien ya lleva encima unas cuantas de estas, según cuentan, «le propuse que si quieren que vayamos tienen que poner en el contrato una cláusula comprometiéndose a que el pago por la actuación sea ingresado en nuestra cuenta dos días antes de la fecha del bolo», a lo que añade del Arco: «Parecía imposible que fueran a aceptar pero, tachán, aceptaron, pero ¡no ha servido de nada!».

El caso es que ayer, día marcado para que se produjera el ingreso no hubo manera de localizar a los responsables y finalmente hoy miércoles Tejada logró hablar con ellos ante la negativa de la compañía a desplazarse a León debido a su incumplimiento de contrato. «Nos juran ‘por su honor’ que recibiremos el dinero. ¿Quién se puede fiar de su palabra cuando no han cumplido el contrato que habían firmado con nosotros?», argumenta del Arco.

Ambos responsables de Kamikaze Teatro cuentan lo obvio. Que cuando una compañía sale de bolos se producen infinidad de gastos: desplazamiento de los trabajadores, seguridad social, dietas, sueldos etc. «La administración nos pide el IVA de esa factura aunque no la hayamos cobrado. Si esto lo vas sumando al número de ayuntamientos que se retrasa o que, directamente no paga, no es muy difícil llegar a la conclusión de que es una actividad insostenible».

«Sólo puedo decir que mi compañía es muy pequeña, pero muy ‘honrá’. Pagamos a nuestros trabajadores puntualmente aunque sea quitándonoslo de nuestro propio sueldo porque amamos lo que hacemos e intentamos cuidarlo con esfuerzo, mimo y dedicación. Una forma de cuidarlo es también no dejar que terceros se pasen por el arco del triunfo nuestra dignidad como trabajadores», apunta del Arco, «Lo siento mucho por los aficionados al teatro de León que ya me habían mostrado con mensajes la alegría que le producía nuestra inminente visita, pero la situación es esta y es muy dura para nosotros».

Lo cierto es que además de «honrá» la compañía goza de un gran prestigio que ha venido avalado por los siete Premios Max (mejor dirección, espectáculo, adaptación, actor y actriz de reparto, diseño de luz, mejor empresario) que les han sido concedidos este año por La función por hacer, un espectáculo humilde basado en Seis personajes en busca de autor, de Luigi Pirandello, que empezó su recorrido no en un escenario, sino en el hall de un pequeño teatro como es el Lara de Madrid cosechando grandes y elogiosas críticas.