Crítica de danza de Teobaldos en Diario de Noticias de «Tierra Madre» y «Pastoral», del Ballet de Víctor Ullate, en el TMUN
Toda la belleza de la tierra
El espectáculo del Ballet Ullate es, de entrada, un reencuentro gozoso con la pura belleza visual: un grupo perfectamente equilibrado en figuras y plantes. A medida que avanza la música, reconocemos el estilo del maestro: extraordinario movimiento de grupo -la gran baza de este conjunto-, apelación incontestable a la enseñanza clásica, inconmensurable trabajo de fondo para cuadrar una simetría poderosa, pero no acartonada, vuelo y soltura de todos los componentes dentro de una disciplina férrea, coreografías donde se baila toda la música, con generosidad y sin escamoteos. O sea, el ballet neoclásico que nos gusta. Un trabajo de décadas que hace que sintamos un afecto muy especial por Víctor Ullate y lo que representa para el ballet en este país.
Para la apertura de la temporada del MUN, han traído dos coreografías que colocan al hombre muy cerca de la tierra; un tanto técnica la primera –Tierra Madre-, y vivífica como el renacer de la hierba –Pastoral-, la segunda. Ambas en la cara más amable de esa naturaleza.
Tierra Madre es una coreografía correcta de Lao, que sirve, sobre todo, para una presentación progresiva de la compañía. A la salida a escena de cada individuo, sigue los pasos a dos, a tres, en grupos y el tutti en una serie de intervenciones de soltura y belleza agradable, pero sin excesiva fuerza racial y expresiva -salvo cuando baila todo el grupo-, aunque se quiera dar cierto dramatismo con los golpes secos de unas pértigas un tanto totémicas, que, en bellas figuras, remitirán a parihuelas o soportes donde se lucen las bailarinas. Lo mejor: ciertos giros del elemento femenino, siempre elegante y, a veces, ceremonial.
Pastoral fue otra cosa. Hay que descubrirse ante este elenco que baila, sin descanso, toda la sexta sinfonía del genio de Bonn. Y la baila sin que la música les pueda, porque está el deseo de dibujar cada compás, con energía, la misma que irradia la música; con la honradez de incorporarse totalmente a la partitura y vivirla y hacérnosla vivir, en la alegría, en la tormenta, en la decadencia, y en la resurrección y el agradecimiento. En el primer movimiento, Fernando Carratalá -estupendo- es un niño que mira maravillado y con ingenuidad el despertar de la vida. Ullate hace una coreografía perfecta que transmite ingenuidad a partir de aparentes pasos sencillos, pero esquinados y que necesitan precisión; originales y de perfecta realización; no falta el sentido del humor, y toda la compañía irradia la benevolencia y el bienestar que surge de la partitura.
El segundo movimiento es un verdadero ballet blanco, con puntas, un elegante paso a dos -Marlen Fuerte y Josué Ullate, también magníficos- y un cuerpo de baile a la altura. Quizás, ya puestos, y para mayor contraste se podía haber ido a los tutús. El tercer movimiento representa muy bien la tormenta, más en la plástica visual que en la simbólica de vejez y muerte. Las ruedas, los círculos con los que se mueven los bailarines, son verdaderos torbellinos como los que describe la música. Y el cuarto movimiento, es, de nuevo, la exaltación de la danza neoclásica; aquí, y ya que este grupo es tan solvente en la materia, hubiera querido más puntas; más que nada porque el excelso tema beethoveniano de la acción de gracias porque la tormenta no ha hecho daño, es de un lirismo y vuelo -con su pasaje en pizzicato, muy de puntas en el violín- casi intangible. No obstante, la coreografía, en este movimiento, volvió a envolvernos con esa sensación sobrenatural. Porque los bailarines, en su elegante fragilidad, son contundentes, con un derroche de energía que contagia, guardando con autoridad la frontalidad con el público, con la seguridad de presumir de limpieza, resolución, acotación del espacio, acentos y fraseos marcados, pero sin engañosas brusquedades. En fin, toda la belleza de la tierra descrita por Beethoven-Ullate.
Publicado por TEOBALDOS en Diario de Noticias de Navarra el sábado 1 de octubre de 2016.
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