La actriz Loli Astoreka, una de las cinco protagonistas de El Florido Pensil. Niñas, está convencida de que la obra es “una catarsis” para las mujeres que vivieron el nacionalcatolicismo del franquismo en las aulas y “una clase de historia impagable” para las jóvenes. “Se llenan los teatros y la gente sale encantada. La aceptación de público y crítica está siendo muy buena”, dice con todo ya listo para la función que la compañía Tanttaka representa hoy en el Teatro Gayarre (20.30 horas). Ayer, a la función en euskera, asistieron 140 espectadores.

Hora y media de teatro “que luego da para comentar otras tantas o más”, dice Loli Astoreka, que pone en valor que vaya a verles un público “de todas las edades” con distintas reacciones. Y es que, apunta, las mujeres que con el franquismo acudían a la escuela “se ríen al ver en el escenario la situaciones que vivieron, mientras que a las jóvenes les pueden parecer cosas increíbles pero saben que son ciertas”. De hecho destaca que “ni hace tanto tiempo de esto, ni todo se ha superado. Todavía hay cosas que seguimos arrastrando”.

Astoreka rememora aquella escuela en la que “ellos iban por un lado y las chicas por otro”, por eso en El Florido Pensil. Niñas se mantiene la obra original para asignaturas troncales pero varía en “las específicas para la mujer: el cuidado del hogar, la atención al marido y traer hijos a la patria para la patria”. Basada en un texto de Andrés Sopeña, la obra está dirigido por Fernando Bernués y Mireia Gabilondo y el reparto lo integran, junto a Loli Astoreka, Gurutze Beitia, Teresa Calo, Elena Irureta e Itziar Lazkano.