CRÍTICA TEATRO

PERSONAJES INOLVIDABLESProducción: Teatro Gayarre y Producciones Maestras. Dramaturgia: Ángel García Moneo y Ana Maestrojuán. Directora: Ana Maestrojuán. Intérpretes: Txori García Úriz, Leire Ruiz, Iratxe García Úriz, Virginia Cervera y Ángel García Moneo. Iluminación: Patxi Larrea. Lugar: Teatro Gayarre. Fecha: Viernes 1 de abril. Público: 40 espectadores (aforo reducido).

Recorrido mágico

Arrastra una pequeña maldición el Día Mundial del Teatro, que es la fecha del 27 de marzo, pues coincide muchos años con la Semana Santa. Al ser un momento sin programación, el evento pasa más inadvertido de lo que debiera. Este año ha sido más sangrante aún para quienes conocen algo de la historia del teatro español, pues ha coincidido con el que históricamente fue el día más importante del año: el Domingo de Resurrección. Era el escogido por todos los empresarios “de paredes” madrileños para estrenar a sus autores con más “tirón”. Benavente, Torrado, Arniches, Jardiel, los Álvarez Quintero y todos los grandes del momento “padecían” las presiones y requerimientos para estrenar su mejor inédito ese día, pues un éxito garantizaba a las compañías un cierre de temporada digno.

El Gayarre ha intentado superar el hándicap programando en torno a la fecha, aunque no exactamente el 27, tres espectáculos de distinto calado: un homenaje al autor navarro Patxi Larrainzar (1934-1991) en el 25 aniversario de su muerte, la presentación de un work in progress de Atikus que se estrenará en otoño y un recorrido teatralizado por el edificio bajo el título Personajes inolvidables (Casa de un avaro con la importancia de la Bernarda), cuyo nexo de unión son cuatro personajes de otras tantas producciones propias.

Cuarenta espectadores son recibidos en el hall por un técnico que les informa de que ha habido un error de comunicación y no hay función programada. Txori García Úriz, empático y rocero, les pide que despejen el lugar porque va a haber una descarga y los conduce por tres estancias del Gayarre habitualmente vedadas a los espectadores. Él explica a los espectadores los usos del edificio y crea el ambiente perfecto pues  introduce el fragmento teatral que los espectadores van a presenciar a continuación.

En el salón que da paso a las oficinas del teatro aparece de sopetón Adela, de La casa de Bernarda Alba, primer gran rol que interpretó en Pamplona Leire Ruiz, bajo la dirección de Carme Portacelli, cuya frescura y dominio escénico en aquel montaje todavía se recuerda con agrado. Con desgarro, lanza su grito de rebeldía contra el luto impuesto por su madre, que desencadenará la tragedia. Después, el público visita la terraza que da a la avenida de Carlos III, donde la pizpireta, ingenua y conmovedora Gwendolen expone su amor platónico por Ernesto. Iratxe García Úriz bordó aquel papel de La importancia bajo la dirección de Alfredo Sanzol y arrancó de nuevo las carcajadas del público.

Desde el patio de butacas, la comitiva presencia una escena de El avaro monologada por Virginia Cervera desde un palco. Pero el momento más sugestivo para los espectadores tiene lugar sin duda cuando pisan el escenario y comparten por unos instantes la magia y emoción de ver subir y bajar el telón desde dentro. Allí disfrutan del momento actoral más comprometido, pues Ángel García Moneo tiene que hilar diferentes diálogos de gran intensidad dramática del Torvald de Casa de muñecas, reto que salva con solvencia.

La selección de espacios y su ambientación, la iluminación de cada rincón y la dramaturgia de Ana Maestrojuán regalan a los aficionados 40 minutos deliciosos que vienen respaldados por cuatro autores inmensos: García Lorca, Wilde, Molière e Ibsen. El Día fue Mundial esta vez.

POR Víctor Iriarte. Publicado en Diario de Noticias el lunes 4 de abril de 2016.