Hoy lunes, fiesta de San Andrés, tiene lugar la última representación de la zarzuela El Caserío en la Casa de Cultura de Villava. Después de tres representaciones con una puesta en escena “sencilla pero adecuada” y unos personajes “más reales que nunca”, según el director de escena, Pablo Ramos, quien ha creado una propuesta donde los pilares fundamentales son “la fuerza, el honor y el amor del pueblo vasco” y que integra “de una forma única” a los vecinos de Villava en la obra musical.

Las entradas están agotadas.

En la zarzuela se habla del amor y de la fuerza que en la cultura vasca tiene la tierra y la tradición. En ella, un hombre maduro desea dejar a su sobrino en herencia toda su fortuna, su casa, pero para ello debe llevar una vida menos díscola. El Caserío, que en esta ocasión no ha cambiado el sentido de la tan conocida obra, muestra a través de su escenografía y sus personajes la esencia vasca: la naturaleza, la tierra, la honradez o la nobleza.

Esta vez, sobre el escenario se ha reunido un gran elenco de artistas, entre los que destaca el barítono Santos Ariño, quien ocupa el papel de Shanti, el personaje principal de la obra. Además, Igor Peral, quien hace de José Miguel; Iker Casares, representando a Txomin; Noemí Irisarri, que encarna a Ana Mari; Carolina Moncada, como Inosensia; Itziar Andradas, en la piel de Eutasia; Juan Miguel Magdaleno, haciendo de Manu; Pablo Ruiz, como Don Jesusito; y Antonio Izal, que actúa como Don Leonsio.

Este proyecto cuenta además con la colaboración de la Orquesta Europa Musicae, el grupo de danzas Mikelats y la Coral San Andrés, grupos de Villava, que interactúan en la zarzuela, creando una puesta en escena muy rica y potente, para lo cual se ha contado, además de con el trabajo de Pablo Ramos, con Máximo Olóriz como director musical.

El proyecto Zarzuela El Caserío, promovido por el servicio de Cultura del Ayuntamiento de Villava, obtuvo en agosto la distinción MECNA, que permite que el proyecto se beneficie de las importantes desgravaciones fiscales que prevé la reciente Ley foral de Mecenazgo Cultural. En total, 245 mecenas han aportado 20.000 euros para financiar el proyecto.

El Caserío siempre había sido una zarzuela muy estereotipada con unos personajes que no se correspondían con la realidad porque estaban demasiado exagerados”, señaló en una rueda de prensa el director artístico, Pablo Ramos, quien agregó: “En realidad, la diversión de esta obra está en el propio texto, así que lo que hemos hecho en esta ocasión es un planteamiento estético adecuado a la historia y con unos personajes que son más reales que nunca”.

Según destacó el barítono Santos Ariño, “ha habido una revisión del texto” con la cual el artista, que representó por primera vez esta zarzuela hace 28 años, ha descubierto en su personaje “facetas que ante no había visto”. “Esta versión de El Caserío debe ser explotada y ser vista en más sitios porque es muy diferente”, subrayó, y mostró su asombro por el “gran trabajo del coro”, de quienes dijo que “han dejado de ser coro para convertirse en personajes”.

Por su parte, el tenor Iker Casares destacó que la “propuesta es muy visual y atractiva”, que presenta “un mundo totalmente diferente, muy metafórico y más actual”. Por otro lado, el también tenor Igor Peral agradeció “la respuesta de todos los vecinos de Villava”, quienes rápidamente agotaron las 300 entradas disponibles cada día.