La empresa navarra Global Servicios Culturales y la compañía guipuzcoana Ados Teatroa estrenarán el próximo mes de octubre El chico de las zapatillas rojas, un montaje de teatro gestual que pretende hacer llegar al público familiar un relato desde el punto de vista homesexual. “La realidad está cambiando y las historias para los niños también, y porque surgen nuevas preguntas y se necesitan nuevas respuestas”. “Creemos que los niños y las niñas necesitan conocer historias que fomenten la igualdad y les ayuden a comprender la diversidad afectivo-sexual del mundo en el que viven”, no tanto destacando las diferencias, sino mostrando que “la gente diferente vive como cualquier otra persona”, señalan Garbi Losada y José Antonio Vitoria, dos de sus promotores.

El espectáculo se ensaya en la Casa de Cultura de Burlada con tres intérpretes navarros y el estreno está previsto para principios de octubre en el mismo escenario. Bajo la dirección de Garbi Losada, se ha apostado por un lenguaje de máscara, mediante el cual, “tres actores darán vida a una quincena de personajes de diferentes edades”.

Esta técnica obliga a los intérpretes a un doble trabajo: a la búsqueda de la verdad de un estado emocional y a la traducción de esa emoción en signos del cuerpo. Y quienes lo llevarán a cabo serán Ion Barbarin, Txori García Uriz y Montse Zabalza, tres profesionales navarros experimentados en el teatro de texto y en la danza que ahora se zambullen de lleno en el gesto, conscientes de que “es el ideal para contar esta historia”, tal y como cuentan desde la compañía. “Nos permite la distancia necesaria para la exageración y el divertimento; pero permiten también la búsqueda de un humor suave, para todos los públicos, cargado de imágenes poéticas”. De ahí que el relato se narrará sin texto y que el trabajo se desarrollará en gran medida desde la improvisación, a partir de las propuestas de Losada. Más bien se está desarrollando, ya que es en estos momentos, durante los ensayos en Burlada, donde se está acabando de escribir la obra.

Del mismo modo, la creación del espacio sonoro se apoyará en el trabajo actoral y, a la vez, propondrá la música para que los actores se apoyen y desarrollen las líneas narrativas de cada escena. Y, dado el título del montaje, el mundo coreográfico será una pieza clave de todo el conjunto y correrá a cargo de Bertha Bermúdez.

El chico de las zapatillas rojas cuenta las peripecias de Luis, un niño al que no le gusta hacer las cosas que supuestamente les gustan a los chicos. Él prefiere coger flores, pintar, saltar a la comba, disfrazarse con las cosas viejas del desván. Con el paso de los años, Luis se convertirá en un adolescente dulce y soñador; más tarde será un adulto, encontrará el amor y llegará a la vejez. Y podrá decir que ha reído, sufrido, amado, llorado, soñado… “Muchas veces se sentirá como un perro verde o como un monstruo rosa; le costará encontrar su sitio, su camino no siempre será fácil, ni amable, pero no cejará en su empeño de ser fiel a sí mismo, de luchar por conseguir su sueño y, de paso, su lugar en el mundo”, dicen desde la dirección.

Por último, cabe destacar que este proyecto es también un homenaje a Koldo Losada, hermano de Garbi y cofundador de Ados. El actor vasco fue asesinado a finales del año pasado por su marido y la compañía quiere, así, honrar su memoria.