«Es el ballet como metáfora de la perfección; lo que decía la bailarina Alicia Alonso: dominar la técnica y, luego, extender la ilusión de la facilidad; a lo mismo debe aspirar la literatura, el lector no ha de percatarse del trabajo que hay atrás: la vida es ardua, no hace falta que se sepa que es dolorosa».

Abilio Estévez, escritor, autor de El bailarín ruso de Montecarlo.
Babelia, El País, 29-5-2010.