CRÍTICA TEATRO

ALEGRÍA. PALABRA DE GLORIA FUERTES. Dramaturgia y dirección: Marta Torres, sobre poemas de Gloria Fuertes. Intérpretes: Margarita Blurk y Delfín Caset. Compañía: Teatro de Malta (Castilla-La Mancha). Escenografía: Pepe Moreno. Música: Fernando Álvarez. Lugar: Casa de Cultura de Burlada. Fecha: Martes 7 de abril. Público: 50 espectadores.

Gloria Fuertes y su Max

Gloria Fuertes (Madrid, 1917-1998) fue una escritora autodidacta y extraordinariamente comprometida con la poesía que alcanzó notable fama como autora “para niños”,  por sus apariciones en la televisión única en las décadas de 1970 y 1980 y la “industria” que ella misma generó en torno a su popularidad, lo que sin duda eclipsó su obra para adultos y aspectos muy interesantes de su biografía, como el hecho de haber entrado por primera vez en una universidad (y norteamericana) para impartir clases. Algunos de sus versos para lectores menudos, de rimas aparentemente sencillas y teñidas por el optimismo, el antibelicismo y sobre todo la ironía y el humor, con toques surrealistas (algo se le tenía que pegar de su paso por La Codorniz), son recordados por esa generación intermedia, hoy ya cincuentona, que era niña cuando se emitía en TVE Un globo, dos globos, tres globos. Muy avispado por parte de una compañía teatral armar un espectáculo para público familiar a partir de sus textos. El público adulto conoce perfectamente el material y quiere que sus hijos compartan algo de su propia niñez.

Teatro de Malta, de Albacete, ha creado dos espectáculos a partir de esta autora y con Alegría, que lleva girando desde 2012, obtuvo un año después el Premio Max a mejor espectáculo de teatro infantil. Y no extraña porque la propuesta tiene gran calidad y, al haber sido representada repetidamente, funciona como un reloj. Su directora, Marta Torres, ha entendido muy bien que donde mejor encajan los versos de Gloria Fuertes es en una propuesta de clown, donde lo disparatado y en apariencia absurdo encuentra mejor acomodo.

Dos buenos intérpretes payasean, tocan instrumentos, cantan, juegan y recitan versos a modo de mensajes en clave. Y lo hacen en un escenario muy atractivo para los más pequeños, pues es una gran isla con distintos niveles formada por pilas de libros. Un viejo mástil a punto de desplomarse recuerda que allí hubo un circo. Delfín Caset tiene gran vis cómica y ofrece un “augusto” extremadamente dúctil a la hora de impostar la voz y sugerir emociones. A su lado, Margarita Blurk tiene un papel menos definido: juguetona, a veces ingenua y otras mandona, vacila continuamente a su pareja y logra momentos muy cómicos.

El montaje gradúa perfectamente el interés, desde un inicio moroso cuyo objetivo es que el público de más corta edad entienda pronto que es un espectáculo que exige escuchar. A partir de ahí, la cuidada escenografía va desvelando sorpresas: libros que sirven de fuentes y de los que se extrae agua, cubos mágicos donde esa misma agua desaparece, pañuelos que se convierten en banderas, un baúl por donde desaparece la protagonista para aparecer dentro de un armario… Una cascada de efectos que culminan con un mar embravecido en el que nadan los dos personajes. Siendo un espectáculo de clown, no hay un relato propiamente dicho, pero en ningún momento decae el interés de los niños, en parte por el efecto de la pegadiza música a partir de las letras de Gloria Fuertes, cuyo epitafio –“Poeta de guardia”– sigue vigente. Fueron 60 minutos entrañables que cosecharon muchos aplausos del escasísimo público que se dio cita en Burlada. Tarde soleada, recién estrenada la primavera, es letal para el teatro en Navarra.

POR Víctor Iriarte. Publicado en Diario de Noticias el viernes 10 de abril de 2015.