Maiken Beitia y Leire Ruiz estrenan su segunda producción como El Bucle tras el estreno el pasado mes de noviembre del drama Nosotras. Es la comedia La entrevista, de Juanjo Ramírez Mascaró, ambientada en el mundo laboral. Será en Civivox Iturrama el jueves a las 19.30 horas con entrada a 6 euros.

Esta es la sinopsis: Esther es una veinteañera que no llega a fin de mes. Está a punto de presentarse a una entrevista de trabajo que podría solucionarle la vida, pero tiene un problema: está embarazada de dos meses y necesita ocultarlo. En la cita se encuentra a Inma, ejecutiva implacable acostumbrada a sacar los trapos sucios de la gente, pero que también se enfrenta a su propio conflicto: acaba de entrar en la menopausia y se siente vieja, rara e inútil.

Con La entrevista, la productora de las dos actrices, El Bucle apuesta por mantener dos espectáculos en cartel simultáneamente. Si en Nosotras abordaban un drama en torno a la difícil relación entre dos hermanas marcadas por la Guerra Civil ahora pretenden alcanzar a un mayor número de público y, de paso, trabajar distintos géneros. Para las dos han estrenado textos creados para la ocasión. Esta vez se trata de una obra de Juanjo Ramírez Mascaró, al que Leire Ruiz conoció durante su etapa en Vaya Semanita. “Le llamamos después de que a Maiken y a mí se nos ocurriera esta idea”, comenta la actriz. Así nacieron Esther e Inma, dos mujeres aparentemente opuestas que se encontrarán en distintos momentos y lugares. Primero, una entrevistará a la otra, pero en la segunda parte la situación será la inversa, para dejar paso a un desenlace en el que, de algún modo, los personajes se vengan del sistema.

Al igual que pasó con Nosotras, donde también contaron con un autor actual, la obra se ha ido gestando a lo largo del proceso. La primera función tuvo lugar en octubre del año pasado en Isaba ante la Asociación de Mujeres del Pirineo. “Vimos que funcionaba muy bien, pero que igual se quedaba un poco corta, así que la alargamos”, y en enero volvieron a representarla en Olite. “Ha sido un proyecto hecho a medida en el que ofrecemos una mirada cercana al absurdo. Estiramos mucho las situaciones para llevarlas al límite”, apunta Maiken Beitia, que da vida a Inma, “esta mujer implacable, un poco bruja, a la que, de alguna manera, Esther le recuerda a ella misma cuando era joven y se dedica a sacarle todas las miserias”.

En ese sentido, el espectáculo es un duelo, “una lucha encarnizada entre las dos” que “provoca muchas risas”, dice Beitia. Y Ruiz coincide en que el estilo de la función es “un poco loco”, “rozando el absurdo”, pero sin olvidar que estos temas “son el pan nuestro de cada día”. Es más, algunos de los casos que les contaron tras la representación en Olite son todavía más exagerados que los que se plasman en esta historia. “No ocultamos que el tema es amargo, muchísima gente sabe lo que es enfrentarse a una entrevista de trabajo en la que te hacen sacar hasta los secretos más íntimos”, indica Beitia, que, al igual que su compañera, opina que “el humor es una buena forma de trasladar estas cuestiones”. Un asunto que afecta a todo el mundo. “Todos hemos acudido a alguna prueba para un trabajo y sabemos lo que es sentir esa inseguridad, ese miedo a no gustar, ese vértigo…”

Para la puesta en escena, las actrices han contado con Patxi Larrea, “que le ha dado el punto disparatado que necesitaba la comedia”. El actor y director también ha diseñado la estética del montaje, que se apoya en el blanco, tanto para la escenografía como para el vestuario, lo que confiere un aspecto neutro a los espacios “para lo que resalten sean las situaciones”.