La caja flotante, Konmoción y Carmen Larraz, presencia navarra en el Festival Teatro Gayarre
El Festival Teatro Gayarre Otras miradas, otras escenas ofrece en el apartado Nuestras miradas tres espectáculos que profundizan en las nuevas tendencias escénicas del teatro y de la danza, con las compañías La caja flotante (9 de mayo), Kon moción (11 y 18 de mayo) y Carmen Larraz (23 de mayo).
Todas las funciones son con entrada libre.
El miércoles, a las 20.00 horas, la compañía La caja flotante estrena su primer espectáculo, El círculo de tierra. Dirigido por Ion Iraizoz, este trabajo indaga en la naturaleza de los sentimientos de pertenencia a un lugar y su papel en la gestación de identidades. La historia, inspirada en El círculo de tiza caucasiano, de Bertolt Brecht, discurre en Villaverde de Trucios, localidad enclavada en la provincia de Bizkaia, que, sin embargo, forma parte de Cantabria. «Es un pueblo en el que se han producido muchos debates entre quienes quieren ser vascos y quienes prefieren seguir siendo cántabros, y me pareció que su situación encajaba bien con lo que nos pasa también aquí, donde unos se sienten vascos, otros navarros, otros españoles… Y todos tenemos que convivir», apunta Iraizoz, que ha intentado traducir esta temática a un lenguaje distinto al que acostumbran los políticos, cuyos discursos «son demasiadas veces unidireccionales y estancos». Este es el trasfondo de El círculo de tierra, que, a modo de metáfora, cuenta la historia de una criada que reivindica la maternidad de un niño al que su madre, la gobernadora de Villaverde, reclama después de haberlo abandonado cuando escapaba de un levantamiento militar.
El segundo montaje programado llega de la mano de Kon Moción Taller de danza, dirigido por Becky Siegel, y del fotógrafo Clemente Bernad. Su colaboración nació hace un par de años en el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, donde reside la compañía y desde donde comenzaron a mezclar «fotografía y danza», dice Bernad, que se inspiró en la fotografía de calle, en el modo en que un fotógrafo se relaciona con el entorno que va a reflejar. «También hay coreografía en la manera en que nos movemos los fotógrafos», añade Bernad, que propuso a Becky Siegel «llevar al límite» esta idea con los bailarines.
El resultado se verá el sábado, a las 19.00 horas, cuando siete componentes de Kon moción, cada uno con una cámara, saldrán a la plaza del Castillo a desarrollar una coreografía improvisada, durante la cual se sacarán fotos a sí mismos y al público. Y habrá dos cámaras documentando todo el proceso, de manera que una semana después, el 18 de mayo, se exhibirán en el Condestable (20.00 horas) el vídeo y las fotografías tomadas en la calle.
Para Siegel, esta es la carta de presentación de una compañía fundada sobre dos pilares: la improvisación y la investigación. En ese sentido, esta experiencia ha sido muy enriquecedora, ya que «es una forma increíble de conectar con el público». Por supuesto, resulta muy importante el «olfato» de los bailarines para saber a quién pueden acercarse y a quién no, porque no se trata de molestar a nadie. «Esa es una de las bases del trabajo fotográfico», recuerda Bernad.
BECKY SIEGEL Y CLEMENTE BERNARD SERÁN ENTREVISTADOS ESTE JUEVES EN EL PROGRAMA EL APUNTADOR, EN ONDA CERO, A LAS 19:20 HORAS.
El miércoles 23 de mayo, a las 20.00 horas, la compañía de Carmen Larraz mostrará La Red en el Gayarre. Se trata de una propuesta de danza contemporánea ya estrenada que partió de la idea de las relaciones humanas, «pero a lo largo del proceso se centró en la relación de cada uno consigo mismo, con ese lado oculto que todos tenemos».
Así, a partir del relato El espejo en el espejo, de Michael Ende, el montaje se pregunta «dónde nos situamos respecto a nosotros mismos, a nuestros sueños, en esa red universal de relaciones». Para Larraz, este proyecto ha sido «muy laborioso», pero al mismo tiempo enriquecedor, ya que le ha permitido colaborar con artistas como Laida Azkona y David Pérez, que han realizado muchas aportaciones, lo mismo que los responsables de la música, el vestuario y la iluminación. Y, aunque pueda parecer un planteamiento muy sesudo, la bailarina y coreógrafa, que también ejerce de directora, anima al público a ver el espectáculo, porque «todos esos conceptos los llevamos al cuerpo y mi intención es que lleguen a nivel emocional, intuitivo».
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