La edición matutina del programa de teatro “El apuntador”, que se emite los viernes en Onda Cero de Navarra desde hace tres años, llega hoy a su emisión número 100, un motivo de satisfacción para quienes lo hacemos ya que se trata del único programa de la radio local navarra dedicado específicamente a la actualidad de las artes escénicas.
Además, ayer jueves emitimos el programa número 70 de los vespertinos, con lo que en total hemos realizado 170 programas dedicados al teatro y la danza. En total, supone casi una hora semanal dedicada a los escenarios navarros.
“El apuntador” lo hago junto a la periodista Marisa Lacabe, aunque le ha pillado esta semana de vacaciones y lo emitiré con la directora de la emisora, Idoia Altadill, quien tuvo la idea de dedicar espacios semanales a la afición creciente al teatro, la danza y la música clásica en Navarra.
La primera emisión de “El apuntador” tuvo lugar el viernes 8 de octubre de 2004, dentro del matinal “Pamplona en la onda”, como una sección de 15 minutos dedicada a recomendar los mejores espectáculos dramáticos que se podían contemplar el fin de semana en las salas navarras.
Ante la buena acogida de la sección, en septiembre de 2005 “El apuntador” duplicó su cita semanal. Además de mantener las recomendaciones en torno a las 13:30 horas de los viernes, nació “El apuntador”, un programa vespertino los jueves de 19:05 a 19:40 horas. El 4 de mayo de 2006 celebramos los 100 primeros programas sumando ambas modalidades.
En el programa ejercemos de “recomendadores” más que de críticos, explicando el contexto de las obras que se presentan y subrayando los valores de la obra que pueden resultar atractivos para distintos públicos.
El nombre del programa hace referencia a un empleo ya desaparecido en los teatros, el apuntador, un hombre que, situado en la concha a boca de proscenio, seguía la obra durante la representación y “soplaba” a los actores las frases cuando éstos daban muestras de no recordar el papel. La figura era muy habitual en las compañías de repertorio, que disponían de unas 40 obras ensayadas y estaban obligadas a estrenar o reponer continuamente varias de ellas, incluso en la misma semana, de ahí los problemas para memorizar los papeles. La creación de los teatros nacionales en el decenio de 1940, la profesionalización de los intérpretes y el alargamiento de los periodos de ensayos, en paralelo a la desaparición de las compañías de repertorio, dejó caduca la figura del apuntador, aunque en Onda Cero de Navarra siga “soplando” a los oyentes las obras más atractivas en la cartelera teatral regional.
La sintonía de “El apuntador” fue seleccionada uno de los especialistas musicales de la emisora, Javier Goroskieta. Eligió una pieza musical compuesta e interpretada al saxo por un hombre de teatro: el dramaturgo y cineasta Woody Allen.