Agenda teatral: La éxótica ópera china en el Gayarre el domingo con «El bello rey mono»
30 intérpretes en escena, para un espectáculo que dura unos 90 minutos y que llega a Pamplona de la mano de una serie de teatros del sur de Francia. Lo dicho, hay que verlo. El bello rey mono, este domingo a las 7 de la tarde en el TEATRO GAYARRE. Entradas a 17, 13 y 8 euros. Víctor Iriarte, te esperamos el próximo viernes.
Algunas claves de este género:
La música es a base de percusiones que se repiten de forma machacona durante toda la representación, y con sonidos de instrumentos de cuerda pero que nos suenan muy distorsionados para lo que estamos acostumbrados, de hecho parece desafinada. Como si le pillas la cola a un gato, que se dice habitualmente.
La representación incluye mimo, acrobacias, recitados, canto, bailes, coreografías copiadas de los movimientos de las artes marciales… Y muy histriónica porque actúan con máscaras, luego la expresividad está en el braceo y movimiento de todo el cuerpo.
Existen dos grandes tipologías o variantes estilísticas, la ópera china, calificativo que agrupa a unas trescientas variantes cuyos matices son irrelevantes para un espectador occidental, y la ópera de Pekín, la más popular y extendida, que a pesar de su nombre se representa en todo el país, se codificó en el siglo XIX cuando deja definitivamente los palacios y las compañías ambulantes giran por todo el país y cuando a principios del siglo XX, por influencia del teatro occidental, destilan argumentos con su principio, nudo y desenlace. A Pamplona viene un espectáculo que nos lo venden como uno de los precedentes de la ópera de Pekín, la ópera Wu, con unos cuatro siglos de existencia. Da un poco igual porque ni aun siendo chino las puedes diferenciar.
El bello rey mono es una adaptación de una novela clásica china, Viaje al Oeste, que calificaría de ciencia ficción. El Rey Mono posee una fuerza increíble, tiene la facultad de levantar miles de kilos y saltar a largas distancias. Puede transmutarse en distintos animales y objetos, hace grandes hechizos y sus pelos se pueden transformar en sus propios clones. En el episodio que narra esta ópera, el Rey Mono y sus acompañantes, viajan al Oeste a buscar las escrituras budistas y llevarlas a China. Antes debe enfrentarse al señor de la Montaña de Fuego, a la Princesa del abanico y a un falso Rey Mono.
Los personajes en la ópera de Pekin están muy codificados. Hay cuatro prototipos, tres siempre masculinos: el protagonista, aquí un guerrero; su antagonista, contra el que lucha; y un tercero cuya gracia nos perderemos, pero que es un bufón o payaso. Y luego la chica, que suele ser pícara, divertida, de gran expresividad.
Un chino aficionado a la ópera de su país los distingue de un vistazo por el juego de colores de su vestuario, que tienen un significado claro para ellos: el negro lo lleva el protagonista y resalta sus valores de fuerza, atrevimiento, coraje. El blanco lo llevan personajes mentirosos, traidores, rastreros. El rojo se asocia a la lealtad. El azul a la frialdad…
Hay que decir que esta forma de expresión artística es patrimonio intangible de la humanidad, que tiene gran presencia y prestigio en China y que hay escuelas muy consolidadas donde los futuros profesionales entran desde niños para aprender el conjunto de habilidades que se necesitan, que son muchas. Y para especializarse en un aspecto concreto: un tipo de personaje, músico, etc. Los actores son muy prestigiosos en su país.
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