El bailarín navarro Iñaki Fortún, de la compañía Fueradeleje, es el protagonista absoluto de la novena producción de danza contemporánea de la compañía navarra, pues  ha ideado, coreografiado, dirigido e interpreta una pieza que define como profundamente espiritual y que condensa sus emociones y vivencias a partir de su experiencia como creyente. Ofrece una oración bailada para todo tipo de espectadores.

La obra se titula De profundis, está inspirada por el Salmo 130 de título homónimo, y para su puesta en escena se acompaña de la violinista Sara Sotés y del tenor Víctor Castillejo, que enriquecen con música y voz a las ocho escenas en que se divide la pieza, que tiene una duración de 45 minutos. Además, la coreografía se enriquece con proyecciones audiovisuales realizadas por Acrónica Producciones, que también firma la iluminación. La asistencia coreográfica y dirección de producción ha sido responsabilidad de Virginia Oroz y el vestuario es de Karlota Laspalas.

El preestreno tendrá lugar el viernes 2 de noviembre, a las 21 horas, en la iglesia parroquial de San Jorge, en el marco de los actos conmemorativos del 50 aniversario de la inauguración del templo. La entrada es gratuita, previa retirada de invitación en la sede de Fueradeleje, en la calle Iturralde y Suit, 13-15. La iglesia ha servido de inspiración para el trabajo de creación, que se ha prolongado por espacio de seis meses. Para el mismo mes de noviembre está prevista una segunda representación, en Civivox Iturrama, el jueves 22 a las 18:30 horas, en el marco de la Feria 948 Merkatua, que organiza el Gobierno de Navarra. Aunque orientado fundamentalmente a que los programadores puedan conocer la pieza, se admite la presencia de público, que podrá acceder gratis previa retirada de invitación.

Fueradeleje ha recibido ayudas a la producción del Departamento de Cultura del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento de Pamplona para la realización de esta nueva producción. Además, la compañía se ha beneficiado de una residencia artística de dos meses de duración en el teatro del Museo de la Universidad de Navarra, recinto en el que será programado De profundis en 2019.

La pieza ha sido concebida para ser bailada tanto en espacios convencionales como en otros alternativos, como templos, edificios monumentales o entornos amurallados al aire libre, siempre que ofrezcan una perspectiva vertical, que enmarque el diálogo del ser humano con un ser superior que está en la esencia de la coreografía.

Iñaki Fortún ofrece al espectador en De profundis un viaje al interior de la persona desde la espiritualidad, la búsqueda personal de la paz y de la felicidad en el encuentro con un ser superior, en su caso con Dios, pero expresado externamente mediante la danza y el movimiento. Con un mensaje de esperanza, la propuesta se estructura en ocho escenas que recorren trayecto individual que el hombre realiza hacia su esencia y radicalidad, cuando se plantea las preguntas trascendentales que dan sentido a la vida: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué sentido tiene la vida si nos llega la muerte?

La expresión artística, mediante un lenguaje coreútico contemporáneo, se ayuda de elementos como agua, barro o incienso para lograr la inmersión de los espectadores en esta invitación no verbal a empatizar con los grandes interrogantes de la existencia humana.

Además de distintas versiones del Salmo 130 y del Libro de las lamentaciones, la coreografía incluye partituras de autores como Rene Aubry, Levon Minassisn, Joep Boving, John Debney y Roberto Cacciapagli.

De profundis es la novena producción de la compañía navarra en sus doce años de existencia. Fueradeleje mantiene vivo su repertorio, integrado por dos espectáculos para público familiar: 4 estaciones, a partir de la partitura barroca Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi (2008) y ¿Quién teme al lobo feroz? (2015); un espectáculo de calle, Where is my mind? (¿Dónde está mi cabeza?) (2010, coreografía de Asier Zabaleta); y tres espectáculos para público adulto: Where is my mind? (2011, versión de interior); Because we love (Porque amamos) (2012), coreografía de Marta Coronado y Beniamir Boar inspirada en el libro El dolor, de Marguerite Duras; y Meeting point (2013). Así mismo, continúa representando las propuestas  de danza participativa Homenaje a Julián Gayarre desde la danza (2015) y Romeo, Julieta: bailaremos en el paraíso (2017), ambas estrenadas en el Teatro Gayarre de Pamplona con motivo del Día Mundial de la Danza en la que los miembros de la compañía interactúan con hasta un centenar de aficionados a la danza, desde niños a jubilados. La propuesta nació con el objeto de extender el conocimiento, la práctica y el disfrute de la danza contemporánea entre todo tipo de públicos, uno de los objetivos que se marcó la compañía desde su creación en 2008. En esta línea, en septiembre de este año la compañía ha inaugurado su propio estudio de danza (en la calle Iturralde y Suit, 13-15 de Pamplona), donde imparte diferentes disciplinas, en un local incluye el único comercio de la ciudad que se dedica en exclusiva al asesoramiento y venta de ropa y complementos de danza.