El sector de las artes escénicas ha mostrado gran preocupación por la aprobación hoy de las medidas del Gobierno respecto a la subida del IVA, de la que están exentos los teatros públicos que dependen del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Música (Inaem). «En relación al incremento de los tipos reducidos, que afectan al sector de las artes escénicas, la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (Faeteda), que engloba al conjunto de empresas escénicas de las Comunidades Autónomas, han expresado su más profunda preocupación ante un hecho que tienen claro que alterará muy negativamente el frágil equilibrio de esta actividad cultural».

El sector teatral español mueve anualmente una cifra cercana a los 250 millones de euros y da trabajo a unas 20.000 personas, según la información que aportan los indicadores elaborados por el Ministerio de Cultura.

La subida del IVA será para las entradas de venta al público, ya que en el tráfico comercial de las producciones tienen el tipo normal. En la actualidad, el IVA para las entradas es del 8% y pasará al 21% a partir de septiembre. En Francia tienen un impuesto del 2,5% para las primeras 140 representaciones y a partir de ahí, que ya se consideraría un éxito, sube al 7%. En Alemania este sector tiene el 7% y en Holanda el 6%.

Como consecuencia de la crisis, el consumo teatral ha entrado en una importante recesión, que afecta tanto al número de espectadores como al precio medio de las entradas. Además, conjuntamente con el resto de sectores culturales, el teatro ha vivido importantes recortes presupuestarios públicos, tanto en lo que afecta a las ayudas a la producción como a la distribución, lo cual se añade a la terrible disminución de las programaciones municipales (-50%).

Cualquier modificación al alza del tipo de IVA supondrá inevitablemente un incremento del precio de las entradas, «circunstancia que dificultará la accesibilidad social al teatro, disminuirá el consumo y afectará directamente al número de trabajadores del sector».

Estos empresarios, que en su mayoría invierten los beneficios en nuevas producciones, sostienen que para mantener el nivel de accesibilidad que les permite tener más de 12 millones de espectadores al año, para asemejarse a los países de la UE y reafirmar el compromiso de España con la cultura, para no agravar los efectos de una crisis que les obliga a una permanente reestructuración y para evitar el más que seguro cierre de empresas y teatros, deben darse unas condiciones especiales: “Expresamos la más absoluta convicción de que la cultura en general y el teatro en particular deben tener la consideración de servicio público y con ello un IVA protegido que facilite la máxima cercanía de los ciudadanos españoles a las artes escénicas”, concluyen.