Crítica de teatro de Víctor Iriarte en Diario de Noticias de «Un cuento de miedo (¡que da risa!)», de Iluna Producciones, en Auditorio Barañain
CRÍTICA TEATRO
UN CUENTO DE MIEDO (¡QUE DA RISA!). Compañía: Iluna Producciones (Navarra). Texto y dirección: Miguel Goikoetxandia. Intérpretes: Ana Berrade, David Larrea, Oscar Orzaiz, Pedro Izura y Miguel Goikoetxandia. Diseño de escenografía: Vicente Galbete. Realización de escenografía: Txuma Oroz y Ramón Satrústegui. Iluminación: Fran Marcén. Lugar: Auditorio Barañain. Fecha: Sábado 19 de diciembre. Público: Cuatrocientos espectadores. Estreno absoluto.
Miedos superados
Ana Montaña no se puede dormir, así que da la tabarra a su padre para que le traiga agua, no apague la luz y no se marche de la habitación o le deje dormir en la suya. Tiene miedo. Cuando al final se queda sola, se le aparece un amigo de una aventura anterior, un detective, que le acompaña en un peculiar viaje para espantar sus temores. En el trayecto se encuentra con un médico al que asusta el contagio, un policía que evita hacer cosas de riesgo, un domador miedica y un tendero tímido en exceso. La niña consigue listar los miedos superados y el espectáculo concluye repitiendo ante el público la canción y coreografía que ayudará a los niños cuando vivan la misma situación.
Es muy difícil conseguir resultados diferentes si siempre se hacen las cosas de la misma forma y, por eso mismo, de Iluna no cabe esperar sorpresas. El mismo equipo artístico haciendo lo habitual convierten al grupo en un libro abierto (y gigante, como el colorista ejemplar que sirve de escenografía, cuyas páginas se van desplegando para crear los cinco escenarios que precisa la pieza). Es el quinto espectáculo protagonizado por Ana Montaña y comparte con los anteriores un planteamiento inicial bienintencionado y un pobre desarrollo dramatúrgico. A diferencia del cuento de superhéroes estrenado en octubre, que tenía un punto ingenioso, éste es fruto de una escritura apresurada y más torpe: no hay un verdadero antagonista (un fallo garrafal) ni, por tanto, acción dramática propiamente dicha, así que personajes y situaciones se van sucediendo en escena sin una estructura coherente. Además, el personaje del detective sobra al no cumplir ninguna función dramática.
La música es el recurso del grupo para evitar la monotonía a la que le aboca el texto. Los diálogos se interrumpen con canciones entretenidas a cada pocos minutos, muy bien cantadas, pero el grupo sigue sin construir un musical, porque repetir constantemente unas estrofas no es crear un leiv-motiv. Los estribillos pegadizos y las coreografías sencillas captan la atención de los pequeños. Y sigue siendo la mejor baza del montaje la empática protagonista, interpretada con energía y descaro por Ana Berrade. Otros personajes, como el médico y policía, están excesivamente gritados. Nuevas funciones navideñas en Burlada (26), Berriozar (27), Sarriguren (2 de enero), Beriáin (4 por la mañana) y Lumbier (4 por la tarde).
POR Víctor Iriarte. Publicado en Diario de Noticias el martes 22 de diciembre de 2015.
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