Amico, la propuesta que Ion Barbarin y Txori García Uriz representan hoy y mañana en la Escuela Navarra de Teatro, se basa en el gesto y el movimiento. Un montaje de pocas palabras con momentos cómicos y conmovedores que se inspira en la cultura y la música de los gitanos de los Balcanes y que propone un canto a la vida y a la amistad.

Los dos intérpretes se conocen desde hace años pero este Amico supone su primera colaboración como dúo. Los dos solos ante el vértigo de emprender y el placer de crear. «Es la primera vez que trabajamos así, sin dirección, y ha supuesto un reto, porque para todo teníamos que llegar a acuerdos, pero nos hemos entendido muy bien», contó ayer García Uriz en una original rueda de prensa a la que acudieron conduciendo un viejo Oldsmobile propiedad de Fernando, un vecino de Mutilva que se lo prestó encantado para la presentación. Barbarin coincidió en que «la generosidad» de ambos y «el respeto mutuo» han sido claves para sacar adelante este proyecto que nació casi como una anécdota durante el pasado verano, cuando crearon dos piezas cortas para el programa La muralla en danza. «Después de eso, como disponíamos de más de dos millones de euros pensamos si montábamos una Sicav o si apostábamos por un espectáculo como Los Miserables«, bromea Txori. Y es que, Amico es más bien una apuesta por la sencillez y «y una fiesta, una celebración del teatro y de la amistad», añade Ion. Por eso como escenografía, atrezzo y vestuario bastan una mesa y un par de sillas, unas maletas, una botella y dos vasos y unos trajes antiguos y descoloridos con corbata y sombrero, eso sí, que estos dos amicos son tipos distinguidos a su manera. Rafa Larumbe, por su parte, se ha encargado de la iluminación y Iki Movies, de la promoción, las fotos y el vídeo.

Con este montaje, ambos también estrenan compañía, Bubamara Dance Theatre, un nombre con miga, ya que por un lado «parece de fuera y así igual tenemos más éxito», ironiza Barbarin, y por otro hace referencia a las fiestas de música balcánica de bailes descontrolados, conocidas como bubamara. No en vano, los personajes se inspiran en gran medida en la película Underground, de Emir Kusturica. Pero, ante todo, Amico es una apuesta por el teatro de gesto y movimiento, por la danza con argumento a la que apenas le hacen falta las palabras porque desde el principio de la obra queda claro que estamos ante dos viejos amigos que se reencuentran y que, pese a que la vida les ha alejado a la fuerza, «no les importa, se juntan con una botella y unos vasos y optan por celebrar el momento». Un momento en el que hay risas, escenas cargadas de ternura «y también otras en las que se pegan, que en eso son muy chicotes, lo mismo se abrazan que se dan un puñetazo», dice Barbarin. «Son dos viajeros, pueden ser inmigrantes o simplemente nómadas y cuando se encuentran hay una guerra, en principio la de los Balcanes, pero podría ser cualquier guerra civil que separa a la gente solo por vivir en lugares diferentes, aunque ellos deciden superarlo y tirar p’alante«, agrega García Uriz.

Para los dos, el espectáculo que ahora estrenan resulta más especial, si cabe, porque les permite mostrar lo que han aprendido en materia de danza desde que se iniciaron hace años en la ENT hasta las incursiones que han realizado en compañías como Tempomobile o Kon Moción. Ambos conocieron esta disciplina en la Escuela y lo mejor fue descubrir «lo liberadora» que es, y eso para un actor supone todo un regalo.