«La terrible sensación de quedarte en blanco, de perder el texto. Podría decirse, también, que el texto es el padre. La pérdida de la atención es una de las carencias más graves para un actor. Yo creo que la atención es mucho más importante que la concentración: la concentración estrecha el círculo, la atención lo amplía, te abre hacia los otros, hacia fuera. El actor está realmente perdido cuando pierde su capacidad de atención, porque pierde una triple conexión: consigo mismo, con los otros, y con lo otro».

 

«En pleno sitio de Moscú, Napoleón tuvo el tiempo y el empeño de encargar e impulsar el decreto de fusión de la Comédie y darle estatutos. Y el del Lycée como gran institución pedagógica francesa, como piedra angular de la educación. ¡Y estaba sitiando Moscú! Aquí no hemos tenido nunca una visión semejante, jamás (…) Falta formación, falta visión de conjunto. Y falta una sociedad civil tan culta y poderosa como la de nuestros vecinos ingleses, franceses o alemanes, sociedades que tienen muy claro, pese a todas las crisis, que la excelencia siempre acaba siendo rentable. En todos los sentidos: si mejora la cultura, mejora la sociedad».

José Luis Gómez, director del Teatro de la Abadía y miembro de la RAE, entrevistado por Marcos Ordóñez en EL PAÍS 28-01-2012.