El Gobierno de Navarra, dirigido por UPN desde hace casi 20 años, decidió hace unos años que los navarros debían de «notar» el Día de Navarra, este año cae en jueves, el 3 de diciembre, festividad para la comunidad católica navarra de San Francisco Javier, porque era una fecha cuya condición «política» pasaba totalmente desapercibida. Una festividad cuya principal virtualidad para muchos es que estaba estratégicamente colocada para un larguísimo puente (juntando el 6 y el 8), que permitía una escapada fuera de la tierra a muchos navarros, y sólo eso.

Intentando la derecha «diferenciar» Navarra lo más posible, decidió en 2003 que había que «animar» el día. Decisión coherente en un partido que tiene en el navarrismo su principal seña de identidad. Lo incoherente es que tardase tanto en darse cuenta, en mi opinión. La derecha navarra es, en general, un poco lerda, un poco tarda en reaccionar y pensar las cosas, incluso en beneficio de su propio ideario político. El asunto es que la medida ha sido el único programa cultural novedoso que ha aportado en 20 años de gobierno, además del fracasado turre de la conmemoración de centenario del nacimiento de San Francisco Javier, celebración que quedó plana, desenfocada, paleta y localista. La única cosa original que se les ha ocurrido en 20 años de malgestionar la cultura navarra, ya ven ustedes.

Este año ya se ha anunciado el programa. El día 3, a las 13 horas, habrá una celebración simultánea de 73 conciertos a cargo de las corales y orquestas de Navarra que se benefician de alguna ayuda, que se iniciarán con el Himno de Navarra y continuarán con programas específicos, en diferentes localidades de Navarra.

Por la tarde, a las 17.00 horas, habrá un Festival Día de Navarra para público familiar, teatro musical que tendrá como personaje invitado a Bob Esponja. Lo lamentable es que será en el Frontón Labrit, en Pamplona, según ha anunciado el Gobierno, al que se la pela que el frontón siga siendo el escenario teatral por excelencia en Navarra, un espacio con problemas de visibilidad, iluminación y sonido, a pesar de haber invertido 14.000 millones en un Auditorio y varios miles de millones en espacios escénicos acondicionados para la práctica de las artes teatrales y musicales. Cuando alguna vez he expresado esta queja, algunos de los sujetos de UPN me miraban con cara de sonados, como las vacas mirando pasar el tren. ¿Por qué el señor Catalán no programa un partido de pelota mano en el Teatro Gayarre? Sería lo coherente. En fin, aquí todo sigue siendo penoso y no hay nada más triste y cansado que seguir intentando convencer a la gente de obviedades.

Este espectáculo se repetirá al día siguiente en el polideportivo municipal de Estella (¿no hay allí un espacio escénico? y, el sábado, en el polideportivo municipal Elola de Tudela (donde llevan 10 años intentando rehabilitar un teatro y no hay manera).

Bob Esponja se convierte así involuntariamente en la esponjilla-algodón que nos revela el estado de la cuestión de la cultura en Navarra, el poco respeto con que se organiza, programa y difunde. El poco respeto al hecho teatral-musical, a sus creadores, a sus intérpretes y al público que acude a verlo. Y no digamos los términos que emplea para anunciar el evento: el señor Catalán le llama festival «infantil» y no «para niños» o «para público familiar». El muy simple no sabe que un festival infantil es un festival hecho por niños. A algunos dirigientes de esta tierra, además de algún capón merecido, hay que asestarles, sobre todo, bibliografía.

El día 3, a las 20 horas, dará comienzo el concierto del Día de Navarra a cargo de la Orquesta Sinfónica de Navarra en el Baluarte de Pamplona.

El Festival Joven tendrá lugar el miércoles 2 de diciembre, en el pabellón Anaitasuna de Pamplona. Actuarán Carlos Baute, cantante venezolano, Fondo Flamenco, grupo sevillano formado en 2006 (no haré ningún comentario obvio sobre la difusión de nuestro folklore entre los jóvenes navarros); Sergio Alcover, profesor de Street Dance en el programa Fama de Cuatro, y el grupo navarro que gane el fantasmagórico Encuentro de Jóvenes Artistas de Navarra, lo que se sabrá una semana antes del festival (este año, por cierto, siendo el que ha contado más presupuesto que nunca, es el que está pasando más desapercibido en los 25 años de existencia del certamen).

Según publica Diario de Navarra, Baute ya actuó en la Plaza del Castillo en vísperas de los Sanfermines de 2008, congregando a miles de seguidores. Entonces dijo que los Sanfermines eran una de las tres cosas que mejor conocía de España junto con el flamenco y la paella. En mayo de ese mismo año provocó colas de tres horas en la firma de discos que llevó a cabo en un centro comercial de Cordovilla. Llega con dos Ondas bajo el brazo y el hit de Colgando en tus manos, del disco De mi puño y letra, que tararean hasta los niños de medio metro.

El consejero de Relaciones Institucionales y Portavoz del Gobierno, y creo que también de Educación desde hace un mes, Alberto Catalán, un plurilópez redivivo, como se comprueba cada vez que sale ante los medios, calificó el programa como «participativo» y «austero», debido a la crisis económica. No habrá actos en Madrid ni en Bruselas -el año pasado se organizaron sendos conciertos en estas ciudades-, y las bandas y corales actuarán cada una en su localidad.

Otros actos culturales serán la semifinal del III Certamen de Jota Ciudad de Tudela, Premio Comunidad Foral de Navarra, en el salón de actos del IES Benjamín de Tudela. La final tendrá lugar un día después, el domingo, en el mismo lugar.

El día 3, a las 10 horas, tendrán lugar desfiles y actuaciones de grupos folclóricos de las Casas Regionales en Navarra en Los Arcos. A mediodía, el Teatro Gayarre de Pamplona acogerá el Festival Folclórico de las Asociaciones de otros países en Navarra.