El dramaturgo Juan Mayorga, uno de los más interesantes del momento actual, vuelve a colaborar con el Centro Dramático Nacional (CDN) adaptando Un enemigo del pueblo, de Ibsen, una obra -asegura- «especialmente pertinente para nuestro tiempo», pues habla de corrupción, de demagogia y de los medios de comunicación que pactan con el poder.
Después de ver representada en el Teatro María Guerrero su Himmelweg. Camino del cielo, Mayorga trabajó mano a mano con el director del Centro Dramático Nacional, Gerardo Vera, en la puesta en escena de Divinas Palabras y ahora repite para la producción que se estrena el 25 de enero en este emblemático teatro, con un reparto formado por Ester Bellver, Enric Benavent, Olivia Molina, Walter Vidarte e Israel Elejalde, entre otros.
Mayorga dice con humildad que en Divinas palabras hizo poco, pero que en Un enemigo del pueblo ha asumido más responsabilidades, pues esta producción lleva la «fábula política» de Ibsen (1828-1906) a nuestro tiempo, con la intención de que su actualidad temática llegue de forma más directa. No obstante, el autor de la versión -quien «desconfía de las adaptaciones que intentan actualizar forzadamente y son centrifugados del texto original»- precisa: «El espectador va a ver «99 por ciento de Ibsen».
El argumento se desarrolla en una ciudad que vive del atractivo de su balneario. El doctor Thomas Stockmann, un prestigioso miembro de esta pequeña sociedad, descubre que el agua está contaminada y avisa a la comunidad sobre los graves peligros que se ciernen sobre la salud de las personas. «En cuanto la leí me di cuenta de que es especialmente pertinente para nuestro tiempo. Habla de cosas como la corrupción, la demagogia y los medios de comunicación que se presentan como portavoces de la verdad pero que pactan con el poder», comenta Mayorga sobre una obra que «es y era tremendamente incómoda» y que fue publicada por el Premio Nobel noruego en noviembre de 1882.
El doctor Stockman «no negocia, no pacta y llega a convertirse en un enemigo para la gente del pueblo que no quiere cambiar su forma de vida», adelanta el autor madrileño, quien no ha dudado de abordar difíciles temas en sus obras, como hizo con el abuso de menores en Hamelin. Este texto fue llevado a escena por la compañía Animalario y ha sido tocado por el éxito entre el público y la crítica. Juan Mayorga ha solicitado una excedencia de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), donde impartía clase, para dedicarse en exclusiva a la escritura, una tarea que desarrolla con varios textos a la vez. Ahora, está a punto de concluir La tortuga de Darwin, una «fantasía divertida pero con cierta complejidad», reconoce.