CRÍTICA TEATRO

ACCIÓN MATRIOSHKACompañía: Poética Kiribila (Navarra). Autora: Uxúe Juárez. Dirección y dramaturgia: Poética Kiribila. Intérpretes: Maider Lekunberri, Amaia López y Paula Azcona. Lugar: Escuela Navarra de Teatro. Fecha: Miércoles 7 de septiembre. Públicos: 140 espectadores.

Crónica del desamor

La modalidad de artes escénicas de los Encuentros de Arte Joven que organiza el Gobierno de Navarra vuelve a conocer la polémica y a generar malestar, según se atisba leyendo en redes sociales. Se critica la “privatización” del certamen, pues Juventud ha encargado a la ENT su ejecución. Se presentaron 8 grupos pero fueron seleccionados solamente 6 para actuar, sin dar la posibilidad de mostrar su trabajo a dos compañías, torpeza que se había evitado en la última legislatura, tras un episodio previo para olvidar. Parece impropio a estas alturas impedir exhibir sus propuestas a quienes se inscriben en una convocatoria de este tipo, pensada para fomentar la participación (ahora tan en boga) y no para frustrarla. Posteriormente, dos participantes seleccionados declinaron concursar por problemas de agenda pero no se ha ofrecido el hueco a los descartados, miembros además de la Federación de Teatro Amateur (“castigada” en la última convocatoria de ayudas), lo que ha incrementado las suspicacias.

El certamen se inició el lunes con un texto que tiene el valor de haber sido concebido en euskera y sólo se va a representar en ese idioma: Gaur ez da inoiz, de Distopia, estrenado en febrero en la sala de la calle San Agustín por los ex alumnos de la ENT Xabi J. López (autor y director), Samuel Quel, Garazi San Martín e Irantzu Sánchez. Mucho público arropó a la también egresada de la Escuela Maider Lekunberri el miércoles en la segunda cita, que se vio en el mismo escenario el pasado mes de octubre. Acción Matrioshka reúne poemas y monólogos relacionados con la temática del desamor y salpimentadas con frases de autores emergentes, leídas éstas con micrófono sobre un atril. No es teatro convencional ni tampoco novedoso ni contemporáneo, sino una mezcolanza de expresiones y técnicas bajo un hilo conductor. La actriz se acompaña en escena con la bailarina Amaia López, y con ella interacciona, mecidas ambas por las melodías al violonchelo excelentemente interpretado en directo por Paula Azcona. La música aterciopelada de ese instrumento encaja como anillo al dedo con la propuesta.

Los textos de Uxue Juárez, ciertamente tópicos y juveniles, sin rendijas para la sorpresa, tienden al lirismo y carecen de progresión dramática, pero la repetición de frases y temas, a modo de codas en los monólogos, marcan una cadencia y le dan un ritmo que reduce la tendencia a la monotonía. Aunque largo en exceso, el relato está bien cerrado, pues unifica los elementos que se han ido exponiendo durante la puesta en escena. Lekunberri narra una historia frustrada de pareja a toro pasado, transmitiendo bien el punto de amargura e ironía que pide su desencanto, con momentos puntuales de humor muy agradecidos. Muy segura con el texto, excepto en un par de momentos que se notaron improvisados y vaciló, transmite con verdad. En el debe, que tiene algunas dificultades de dicción y proyección de voz en los momentos más vehementes y gritados, problema que deberá corregir. En el haber, que también baila y taconea con desparpajo. En respuesta, la bailarina Amaia López leyó muy bien varios textos. Sus coreografías, abstractas, poco arriesgadas, fueron ejecutadas con corrección. Las tres intérpretes suben a escena perfectamente sincronizadas, fruto de un trabajo previo laborioso, y con una cuidada puesta en escena, presidida por el sofá donde se rumian las penas. Un trabajo meritorio.

POR Víctor Iriarte. Publicado en Diario de Noticias el sábado 10 de septiembre de 2016.