A partir del 1 de septiembre, el dramaturgo y actor barcelonés Lluís Homar se pondrá al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) con el objetivo de que “gane la Copa de Europa” y se ponga a la altura de las compañías de teatro clásico de Inglaterra o Francia. Así lo afirmó ayer Homar en la rueda de prensa celebrada en el Teatro de la Comedia junto a la directora saliente, Helena Pimenta, y a la directora general del INAEM, Amaya de Miguel. Un acto donde el intérprete ha reconocido que no ha interpretado ni dirigido “nunca” un texto del siglo de Oro español.

Homar, el séptimo director de la CNTC desde su fundación por Adolfo Marsillach hace 32 años, llega a esta dirección con la idea de “sumar” al trabajo ya hecho por Pimenta en los últimos ocho años con objetivos, además como el de que los actores y actrices de la compañía “den un paseo adelante”. “Soy actor y a mí me gustaría, y siento que quizá este sea el momento de pedirle esto. Los ingleses y franceses nos llevan ventaja. Para mí esa labor de intentar ver cómo se puede hacer que el actor entienda cuál es su rol para que el teatro pueda ir un poco más allá”, matizó al tiempo que apuntó que para esta labor querría contar con dramaturgos como el británico Declan Dollegan para que vengan a impartir cursos de “reciclaje”.

“En esta labor de escenario, en este compromiso que me gustaría pedir, quiero ser el primero en ponerse en esa camisa, yo creo que mi aportación puede ser útil”, aseveró el nuevo director de la CNTC, que contará con un presupuesto de 4.150.000 euros anuales. El director cobrará un salario bruto cercano a los 67.000 euros anuales y tendrá la oportunidad de nombrar tres cargos con “vinculación” a la dirección artística: dirección adjunta, dirección de producción y dirección técnica.

Aunque la ideas de Homar (1957) no se podrán ver reflejadas sobre el escenario hasta la temporada 2020/2021, sí que adelantó que, además de querer llevar a cabo esta labor de dramaturgia con los actores, también le “gustaría pensar” que el “siglo XIX existe” y es un siglo que “puede ser muy rico”. “Incluso -añadió- también entrar en el siglo XX, pero tengo que ver si es posible ir del Siglo de Oro hasta el siglo XIX, y podemos también ver clásicos catalanes. La CNTC está ubicada en Madrid, pero es de ámbito nacional (…) No llego con la idea de buscar nuevos textos, aunque no renunciaré a buscar nuevas partituras”. Según dijo, durante su mandato -que será de cinco años con la posibilidad de prorrogarlo tres años más- también actuará y dirigirá dos obras por temporada (así lo estipula el contrato).