El actor Jesús Idoate Osácar, uno de los grandes de la escena navarra de los últimos 50 años, falleció en Pamplona el jueves 30 de marzo, a los 70 años, tras sufrir una larga enfermedad. Alumno del Seminario, allí tuvo su primer y fructífero contacto con el teatro. Formó parte del mítico grupo de teatro navarro El Lebrel Blanco prácticamente desde sus comienzos, con compañeros de aulas, y estrenó montajes emblemáticos como El retablo del flautista, Nueve brindis por un rey, Ceremonia ortopédica, 1789 o La ciudad revolucionaria es de este mundo, Carlismo y música celestial, La puñeta, Navarra sola o con leche, Tres cuentos de Chejov o Utrimque roditur, todos ellos en la década de 1970 y comienzos de la de 1980, y bajo la dirección del recordado director Valentín Redín.

Posteriormente, formó parte de la Compañía Titular del Teatro Gayarre, una iniciativa privada de Valentín Redín que estrenó con éxito en la década de 1990 obras como La ratonera, Marta la piadosa, Peribáñez y el comendador de Ocaña, El Privilegio del tripartito y Crimen perfecto. Tras la municipalización del Teatro Gayarre, a partir de 1998, actuó en sus producciones propias como Por delante y por detrás y El avaro, con dirección de Alexander Herold, y Tres hermanas, dirigido por Ignacio Aranaz. Gracias a sus conocimientos musicales, que volcó en la Coral de Cámara de Pamplona entre los años 1968-1970 y 1982-1994, también participó en las zarzuelas El asombro de Damasco, Katiuska, La Generala, El dúo de la africana, El niño judío y Luisa Fernanda.

Siempre dispuesto a tomar cualquier papel en producciones locales, participó en Los ladrones somos gente honrada, en el centenario de Jardiel Poncela (2001), Ni pobre ni rico sino todo lo contrario, de Tono y Mihura (2003), en Una oportunidad para Zarraberri, de Maite Pérez Larumbe, y Cuota líquida, de Víctor Iriarte, con dirección de este último. También trabajó en producciones para público familiar, como Misión imposible. El ratoncito Pérez contra la Bruja Caries (2011), escrito y dirigido por Víctor Iriarte.

Fue un actor versátil, con gran presencia escénica, acusado sentido del humor y una asombrosa capacidad para imitar acentos.

Compaginó sus actividades teatrales y musicales con la enseñanza en el colegio Larraona, de cuya plantilla formó parte entre 1972 y 2012. Estaba casado y tenía dos hijas.