Crítica de teatro de Víctor Iriarte en Diario de Noticias de “Chefs”, de Yllana, en el Teatro Gayarre
CRÍTICA TEATRO
CHEFS. Producción: Yllana (Madrid). Idea original: Yllana. Dirección artística: David Ottone y Fidel Fernández. Intérpretes: César Maroto, Carlos Jano, Rubén Hernández y Susana Cortés. Diseño de vestuario: Gabriela Salaberri. Lugar: Teatro Gayarre. Fecha: Domingo 27 de diciembre. Público: Lleno.
Tres estrellas Michelín
La fórmula magistral de Yllana sigue a toda máquina. Su teatro visual a base de gags continuados y mucho sentido del humor, sin palabras (excepto las que se les escapan a los intérpretes) pero con numerosas onomatopeyas, músicas y efectos de sonido funciona como un tiro porque está extraordinariamente bien ideado (que es lo difícil) y ejecutado (que es lo que se espera de una compañía veterana y profesional con “escuela” y varios montajes girando a la vez).
Chefs cuenta una historia coherente vinculada a la moda televisiva y con una escritura teatral muy bien armada. Tiene personajes bien definidos desde la primera escena y un planteamiento-nudo-desenlace sugestivo, pues trata de la pérdida de la creatividad de un gran restaurador, los intentos de redefinir su cocina, un viaje inspirador por todo el mundo para probar nuevos sabores y, finalmente, la recuperación de su magia (y de las estrellas Michelín). Se consigue en la escena memorable que cierra la función de 75 minutos, con dos escenarios alternos –cocina y comedor– que giran 180º grados de forma sencilla pero efectiva, lo que incrementa la tensión hasta el momento cumbre, desarrollado a cámara lenta, cuando el crítico gastronómico prueba el plato definitivo al que podría faltarle algo de sabor. Los espectadores, desde niños de 3 años a los abuelos que le acompañan, siguen sin problemas el argumento y disfrutan de la rica y visual puesta en escena.
La historia se relata en 8 escenas en lugares diferentes, gracias a una sencilla pero imaginativa escenografía y atrezo que permite ver una cocina, una granja y distintos restaurantes: italiano, japonés y francés. Las situaciones son siempre disparatadas y los gags, continuados. El grupo utiliza trucos de magia, algunos verdaderamente complejos, como cuando levita la máquina Chefmatic. También usa técnicas como marionetas en cámara negra (con un divertido camarero oriental) o de animales, siempre atractivas para el público infantil. La compañía hace un uso modélico de la interacción con el patio de butacas, como en la escena en que sientan a cenar a dos adultos en el escenario y los acaba casando, para regocijo del público. Los cuatro actores son excelentes, personalizan los distintos personajes que doblan y están siempre bien arropados por técnicos de escena y cabina, logrando un espectáculo de tres estrellas. Muchas sonrisas en la tradicional matiné navideña del Gayarre.
POR Víctor Iriarte. Publicado en Diario de Noticias el martes 29 de diciembre de 2015.
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