El Teatro Gayarre de Pamplona ofrece hoy domingo dos funciones para únicamente 46 espectadores en cada una de ellas al programar La máquina de la soledad, creación de Shaday Larios y el tudelano Jomi Oligor. El precio de las entradas es de 16 euros y quizá quede alguna entrada para la función de las 12.30, porque para la de las 19.00 horas estaban agotadas.

La máquina de la soledad es teatro mínimo, teatro con objetos que muestra macrohistorias dentro de un micromundo. A partir de una maleta llena de cartas de amor de 1900, encontrada en México, se desarrolla la historia de una pareja, dos personajes a caballo entre la ficción y la realidad, dos personajes desconocidos pero contundentes.

Con una delicadeza excepcional, y una puesta en escena detallista, La máquina de la soledad se presenta como una gran performance de pequeño formato a partir de un trabajo de investigación de muchos años. En definitiva, se trata de una oportunidad para disfrutar de un momento mágico, en un espacio íntimo.

En otro orden de cosas, La máquina de la Soledad es un homenaje al objeto-carta y al correo postal. Esta máquina es la amplitud de un instante hecho de una tecnología precaria, diminuta, invisible, que se activa cada vez que hay tinta entre las manos, de frente un papel, una distancia y una ausencia. Sus embragues son memorias que se van escribiendo con cada correspondencia recuperada en rastros de México y España, con la arqueología de objetos, imágenes y anécdotas insólitas investigadas con escribanos, carteros jubilados, archivos y trabajadores de correos.

La máquina de la soledad es el primer proyecto de la asociación de Shaday Larios, de la compañía mexicana Microscopía teatro, con Jomi Oligor, de la compañía española Hnos. Oligor. Antes de este encuentro cada uno ya sentía una atracción por los objetos, la memoria, la micrología, los mecanismos y la fragilidad.