LOS MIEDOS DE ANITAProducción: Escuela Navarra de Teatro. Autor: Concha Párraga. Intérpretes: Josefina Maggioto, Ángel Escalada, Imanol Sucino y Oier Zúñiga. Dirección: María Sagüés. Lugar: ENT. Fecha: Sábado 28 de diciembre. Público: Lleno.

Egipto mágico

La Navidad teatral pamplonesa sería un poco menos Navidad sin la función que los alumnos del último curso de la ENT ofrecen a partir de la obra de teatro familiar que convoca y premia el Ayuntamiento de Pamplona. Tiene solera, público habitual, un precio muy asequible (7 euros) y el aliciente del chocolate caliente con bizcochos en el intermedio. Es una gozada ver el patio de butacas abarrotado y efervescente. Este año, además, prolonga su última función hasta el lunes 6. Anótenlo los rezagados.

Analizar la obra suele ser complejo porque no es inhabitual que la puesta en escena difiera bastante del texto premiado y tiene su lógica. La función es parte del programa de estudios de la ENT y es normal que a él se adapte. Quien se encarga de la dirección debe modificarlo en función del número de estudiantes de que dispone, de sus sexos, de la necesidad del intermedio a mitad de función, de una duración de una hora exacta puesto que acuden niños muy pequeños, etc. Diré, en cualquier caso, que el título de este año tiene un planteamiento precioso: una niña que ha perdido recientemente a su madre y vive llena de miedos acompaña a su padre, arqueólogo, a unas excavaciones en Egipto. Un escenario exótico y mágico para los niños. Dentro de la pirámide, hará amistad con otro niño, el fantasma del hijo de un escriba castigado hace 3.000 años. Ella le ayudará a devolver el papiro que sustrajo (y provocó la desgracia familiar) y él le dirá a ella cómo localizar la cámara que busca su padre. De paso, ayudará a Anita a superar sus miedos gracias a esta aventura.

A este atractivo inicio no le sigue una trama de la misma altura, pues las soluciones que se proponen se van volviendo artificiosas y poco justificadas y el final llega sin crescendo dramático. El personaje del padre podría haber tenido bien escrito más matices y los diálogos pedían más humor. Los niños ríen en varias ocasiones, pero es gracias a las aportaciones de los intérpretes, que están francamente bien. Destacó por su salero el actor que interpreta al fantasma, bien acompañado por la protagonista, y tuvieron intervenciones de mérito los dos actores obligados a doblar personajes. Además, cantan con soltura y bailan cuidadas coreografías en cuatro momentos de la función, lo que aporta brillantez al espectáculo. Los niños siguieron atentos la función, lo cual indica su conexión con lo que les estaban contando, y eso que se les regala una sutil “lección” de egiptología bien dosificada.

Hay que destacar del montaje la escenografía, acompañada con tino de efectos de iluminación, que permitió crear distintos espacios visualmente atractivos: pasadizos, rampas, cámaras y distintas alturas en el interior de la pirámide; también habitaciones de hotel, camas o tronos, gracias a un original uso de las carras. Lástima que hubiera que recurrir a fundidos en negro entre escena y escena (que en este tipo de propuesta y en el teatro de hoy se considera falta de recursos de dirección), pero lo cierto es que aquí era imposible cualquier otra alternativa: con sólo cuatro actores que necesitaban además un tiempo mínimo para transformarse en otros personajes, o debían encargarse de mover todo el aparataje a oscuras, y un escenario pequeño como el de la Escuela, no quedaba otra. Afortunadamente para el espectáculo, las transiciones se hicieron rápido y bien, lo que demuestra que la obra llegó al estreno muy ensayada, mérito que hay que achacar a la directora y a todo su equipo. Una pena no poder mencionar a algunos por su nombre, como los autores de las músicas, pues no aparecen en el programa de mano. Tampoco qué actores interpretan a qué personajes, para citarlos expresamente. Su esfuerzo merecía esa pequeña recompensa. Seguro que se subsana en el estreno del año que viene, para el que ya contamos los días que faltan.

POR VÍCTOR IRIARTE en Diario de Noticias