«La Missa Solemnis de Beethoven es una obra que hay que escuchar al menos una vez en la vida», dice el director artístico del Orfeón Pamplonés, Igor Ijurra, durante la presentación del concierto que tendrá lugar hoy sábado en Baluarte, y con el que la formación coral navarra inicia su gira estatal junto con la Orquesta Sinfonía de Varsovia. Un tour en el que abordarán cinco veces esta composición sinfónico-coral, «probablemente la más difícil de interpretar» en su género, comentaba ayer Ijurra.

El maestro alemán Gerd Albrecht (Essen, 1935) dirigirá el concierto de mañana en Pamplona, donde la Missa Solemnis, una de las pocas composiciones sacras de Beethoven y uno de los mayores logros en la historia de la música, llevaba sin interpretarse desde el año 1992. A Baluarte llega ahora por primera vez esta obra «colosal», que protagonizará «uno de los recitales más especiales e interesantes de esta temporada», aseguró el director de Programación Cultural del Palacio de Congresos y Auditorio, Ignacio Aranaz. El Orfeón Pamplonés y la Orquesta Sinfonía de Varsovia se acompañarán de la soprano Jutta Böhnert, la mezzo Iris Vermillion, el tenor Herbert Lippert y el bajo Thomas Laske.

«La Missa Solemnis es probablemente la obra más dura del repertorio para un coro. Es como el Everest, y en esta gira nosotros tenemos que subirlo cinco veces», comentó Ijurra, quien definió esta composición como «una obra crucial para el Orfeón», ya que fue el primer coro que la interpretó en España, y a lo largo de su historia ha sido el coro que más veces la ha abordado. Cuenta la Memoria Artística de esta institución que todos los directores querían que fuera el Orfeón Pamplonés quien interpretara esta Misa, «por la garra y la fuerza con que los navarros la entregaban al público». En Pamplona, el Orfeón ha abordado esta obra en tres ocasiones, y a lo largo de su historia también la ha llevado a Zaragoza, Bilbao, Barcelona, Mallorca, Lisboa, Sevilla y Málaga. Compuesta en 1818, la Missa Solemnis es una obra «endiablada» por su dificultad extenuante para los cantantes del coro -algunos críticos de la época afirmaron que exhibía sonidos «herejes» no aptos para una misa-. Fue estrenada parcialmente el día del estreno de la Novena Sinfonía (Viena, 1824), con la que se la empareja, hasta el punto de que muchos la consideran la mejor Misa jamás creada. La reflexión de Beethoven sobre lo sagrado crea sonidos potentes, poderosos, sobrehumanos, nunca antes utilizados en una misa, pero a la vez plenos de espiritualidad.

El director artístico del Orfeón destacó el carácter excepcional del tour que arranca mañana en Pamplona, ya que afirmó que «nunca se ha hecho una gira en España con cinco conciertos de la Missa Solemnis más la Novena Sinfonía de Beethoven». Por su parte, el maestro alemán Gerd Albrecht prefirió no hablar sobre la interpretación ni la dirección musical de la célebre Misa: «Es una obra para escucharla», dijo, al tiempo que destacó la «dificultad» de la composición y el «trabajo fantástico que hacen los solistas y el coro». Albrecht defendió ayer en Pamplona que «la música es la lengua de todos», e insistió en la necesidad de educar a los niños y jóvenes para asegurar el futuro de la música clásica. «De lo contrario, el público envejecerá y morirá», dijo. En este sentido, valoró muy positivamente la labor del Orfeón Pamplonés con sus coros de niños y jóvenes.

Tras Baluarte, la gira recalará en el Kursaal de San Sebastián (15 abril), el Palau de la Música de Barcelona (17 abril, dentro de la temporada Ibercamera), Auditorio de Zaragoza (18 abril) y Auditorio Víctor Villegas de Murcia (21 abril). A continuación, el Auditorio de Alicante en su inauguración (22 abril) y el Teatro Principal de Vitoria (23 abril) cerrarán la gira, esta vez con la Novena Sinfonía de Beethoven.