Mañana sábado 22, Auditorio Barañáin acoge el estreno de la obra El silencio de las flores, dirigida y firmada por Marta Coronado, que ha contado con la colaboración de los intérpretes Carmen Larraz, Laida Aldaz y Cristina Goñi y Pablo Juanko para su creación.

La representación tendrá lugar a las 20 horas con entrada libre previa retirada de invitación en taquilla.

Esta pieza se estrena gracias a la dotación de 20.000 euros que José Lainez y Concha Martínez recibieron como ganadores del Premio Príncipe de Viana de la Cultura de 2017.

Marta Coronado, afincada en Bruselas, fue seleccionada por José Lainez y Concha Martínez por ser ex alumna de la Escuela Navarra de Danza que ambos dirigían y bailarina de Yauzkari y de la compañía Pie Juntoapié.

Algunas declaraciones de Marta Coronado: “Lo primero que pensé fue que el mejor homenaje que les podíamos hacer era que los cinco integrantes del proyecto fueran bailarines que hubieran estado con ellos en cualquier momento de su carrera aquí en Navarra. De esta forma, me parecía muy importante contar con alguien de aquella primera generación de Yauzkari, en este caso Pablo Juanko, un bailarín que en la década de 1980 empezó a trabajar con Concha y José cuando ellos regresaron a Pamplona y se hicieron cargo de la sección de danza del Conservatorio Pablo Sarasate. Lo que Pablo nos ha contado de aquellos años ha sido muy importante porque fue una época en la que no había hombres que bailaran, y fueron Concha y José los que insistieron en buscar hombres que quisieran bailar y que entraran a formar parte de Yauzkari. Pablo pertenece a esa primera generación de bailarines navarros que se atrevieron a sumarse a la escena. Luego estoy yo, que pertenezco a la segunda generación, la de los años 90, cuando aconteció la transformación de Yauzkari en la compañía Pie Juntoapié”.

«Cristina Goñi, Carmen Larraz y Laida Aldaz son tres bailarinas que han pertenecido al universo pedagógico de Carmen y José, que ha dado lugar a varias generaciones de bailarines, muchos de los cuales nos encontramos ahora fuera, bailando, pero con ganas de volver. Profesionales con muy buena base y con muchas ideas creativas. Así, la pieza es un viaje a nuestras raíces.

«El silencio de las flores es una introspección sobre lo que nos une y lo que nos separa. Lo que nos une aplicado en referencia a esa raíz, ya que hay muchos guiños al trabajo de José y Concha, como el movimiento con el que arrancamos… La verdad es que ellos han estado muy presentes en la creación, lo que sucede es que partiendo de esa base, yo luego me he ido por otras ramas en lo que a creación se refiere”.

“Cuando tenía 15 años, fue muy importante para mí una pieza de José y Concha, Las flores eran reales, que presentaron en el Gayarre. Fuimos todas las alumnas de la escuela de danza a verla y yo me quedé atrapada por ese universo tan particular que tenían al expresarse en escena. Tras ver la pieza, me quedé quieta, en silencio… un silencio que fue muy revelador porque me llevó a darme cuenta de que quería bailar; aquella pieza fue la que me dio el impulso para dedicarme a algo que era muy difícil, la danza. Así, he querido hacer un guiño tanto a su obra, Las flores…, como al silencio en el que me quedé suspendida. El resultado es una introspección sobre el silencio, que podemos utilizar con o sin música, en el movimiento… también puede haber un silencio verbal pero mucha comunicación a través de las miradas”.

Declaraciones de José Láinez: “Ya cuando nos concedieron el Príncipe de Viana tenía seguro que no iba a hacer nada… El año 2010 me dio un infarto, lo pasé muy mal, y no podía enfrentarme a pasar por emociones fuertes. En su día hicimos una exposición en Huarte y en Donosti, sobre nuestras coreografías, por lo que también tenía muy claro que no quería montar otra exposición ni tampoco editar un libro. Teníamos muchas ganas de ver qué montaje podía hacer. Hemos estado en un ensayo, vimos unos trocitos, y me pareció algo fantástico y muy emotivo, muy relacionado con lo que últimamente estoy escribiendo, que hace hincapié en la importancia que tienen los sentimientos en la danza. Me vi reflejado en la pieza y me hizo ilusión. Creo que la obra será muy importante para ella y para nosotros”.

“Ha sido algo atípico, porque generalmente es el artista premiado el que se encarga de la creación, pero en este caso han preferido que sean otros artistas los que lo hagan. Es importante dar paso a la gente joven, con muchos valores y mucho que decir, que en Pamplona hay mucha y buena; las momias como yo nos tenemos que ir apartando”.

EL MONTAJE. Equipo artístico. Marta Coronado firma la coreografía del espectáculo El silencio de las flores. Bailan Cristina Goñi, Pablo Juanko, Laida Aldaz, Carmen Larraz y Marta Coronado. Asistencia coreográfica y producción, Laida Aldaz y Carmen Larraz. Diseño de luces, montaje técnico y coordinación, David Bernués. Vestuario, MG. Música, Erik Satie, Heitor Villalobos y Antonio Ruiz Ripó. Mikel Muruzabal ha realizado la fotografía de promoción.

Sinopsis. Si el silencio se define como la ausencia total del sonido, también significa abstención de hablar en el ámbito de la comunicación humana. Sin embargo, que no haya sonido alguno no siempre quiere decir que no haya comunicación. El silencio puede ser solemne, revelador. Esta pieza propone un viaje dentro del silencio con la idea de encontrar, no solo la ausencia de ruido, sino la quietud de las imágenes, la suspensión de los conceptos y la relación no verbal. El silencio como herramienta de creación y búsqueda para encontrar la raíz que nos une e investigar en las relaciones. Una introspección colectiva del silencio con su vacío y su plenitud.