Crítica de Víctor Iriarte en Diario de Noticias de «La peste. 1593», sobre poemas de Shakespeare, con Manuel de Blas
CRÍTICA TEATRO
La peste. 1593 (sobre el poema narrativo Venus y Adonis). Autor: William Shakespeare. Intérprete: Manuel de Blas. Dirección: Manuel de Benito. Lugar: Civivox Iturrama. Fecha: Viernes 30 de mayo. Público: 80 espectadores.
Shakespeare recitado
Adonis, el más hermoso de los dioses de la mitología griega y romana, podría haber denunciado hoy día por acoso a Afrodita (Venus en Roma), pues ésta, perdidamente enamorada, le perseguía para rendirlo y amarlo. Aunque el muy idiota prefería ir de cacería, finalmente cae en las redes de la hermosa, porque cuando una mujer se pone, y no te digo nada siendo diosa, ni que cantes ni que bailes. Adonis muere atacado por un jabalí y de las gotas de su sangre brotará la flor roja de la anémona. Este tipo de cosas se las sabían al dedillo los niños de la antigüedad, de la misma forma que hoy los chavales recitan las alineaciones de fútbol o el posible cruce en cuartos de “la Roja”.
También conocía bien la mitología clásica cualquiera mínimamente ilustrado del Renacimiento, y eso que tenían ganado cuando observaban pinturas y esculturas o acudían a una función de ópera, porque eran temas recurrentes. Por eso, cuando William Shakespeare escribe un largo poema sobre el mito a partir de la erotizante versión del romano Ovidio, y lo edita primorosamente, es un pequeño “best seller” y alcanza nueve ediciones en vida del escritor.
Shakespeare pensaba que, de ser recordado por la posteridad, sería por su poesía, de ahí que deje a su familia para encontrar un mecenas de sus versos en Londres y vivir como poeta de corte. Mientras, se gana la vida como actor, mala cosa, por cuanto tal oficio tiene en ese momento una consideración similar a la de maleante. Cuando uno de los recurrentes brotes de peste bubónica cierra de nuevo los teatros en 1593 y lo deja sin trabajo, aprovecha para completar los poemas narrativos Venus y Adonis y, un año después, La violación de Lucrecia (que acaba de representar con éxito Nuria Espert). En la dedicatoria del primero al conde de Southampton define el texto como “el primogénito de mi invención”. Es decir, todavía no ha escrito teatro o lo que ha dado a las tablas prefiere no publicitarlo en los palacios.
En el 450 aniversario del nacimiento del bardo, el veterano Manuel de Blas, que ya recitó los bellísimos sonetos de amor de Shakespeare por distintos escenarios, ha creado un nuevo espectáculo, una selección de versos de Venus y Adonis que relata durante 50 minutos sólo en escena. Se ayuda de proyecciones de paisajes boscosos y de música clásica que acompaña a la perfección al tono de cada parte del poema: el encuentro de los dioses, la disputa, la seducción, el encuentro sexual y la muerte.
Solo en escena, vestido totalmente de negro y frente al atril, con el magnetismo de su poderosa y grave voz, De Blas capta al instante la atención de los espectadores. El verso de Shakespeare es blanco (no rimado) y la traducción no permite acompasar las cadencias rítmicas del inglés que dan aliento poético a cada tirada en ese idioma, de ahí que opte por buscar el sentido de la frase, con lo que gana en comprensibilidad. El actor “interpreta”: pone voces a Venus y a Adonis mientras relata las escenas, apenas ayudado con leves gestos de manos. Antes de comenzar la lectura, anuncia que es la primera vez que se escenifica en España. Y fue en Pamplona el estreno absoluto. Los espectadores, que aplaudieron con fuerza, quizá puedan presumir dentro de unos años: “Yo estuve ahí”.
POR VÍCTOR IRIARTE. Publicado en Diario de Noticias el lunes 2 de junio de 2014.
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