Víctor Iriarte desvelará sus dilemas como autor el lunes en el Gayarre. Varios actores representarán escenas de su obra inédita «Budapest»
PUBLICADO EN DIARIO DE NOTICIAS EL VIERNES 1 DE NOVIEMBRE DE2013:
Ana Oliveira Lizarribar. PAMPLONA. ¿Cómo se convierte a una persona real en personaje teatral? ¿Debemos permitir que la verdad estropee una gran escena dramática? ¿Tiene recursos la literatura para descubrir lo que no alcanza a ver la historia? A estas cuestiones tratará de responder el lunes en el Gayarre Víctor Iriarte en una peculiar representación de su texto inédito Budapest, en el que narra la peripecia de Ángel Sanz Briz, que en 1944 salvó a miles de judíos húngaros desde su puesto como embajador de España en aquel país y con ayuda de distintas personas de su entorno. Lo especial del montaje del día 4 es que, dado que el texto sigue en proceso de creación, solo se testarán algunas escenas ante el público para conocer su opinión a la vez que se dialoga sobre las disyuntivas a las que se enfrenta un escritor cuando articula una obra de teatro. Todo, dentro del ciclo pedagógico Leer para crear.
Budapest. 9º borrador: Los dilemas del autor es el título completo de esta propuesta que Iriarte ha dirigido junto con Laura Laiglesia, responsable de la Escuela de actores Butaca 78, de donde procede Daniel Villodres, el intérprete que dará vida a Sanz Briz en cinco escenas dramatizadas del citado texto y en los dos fragmentos «más teatrales» de la nueva versión de la historia en la que trabaja el dramaturgo. Y es que Iriarte es consciente de que la obra resulta a veces densa, cargada de datos y discursiva, de ahí que haya seleccionado junto a la codirectora aquellos episodios más fáciles de escenificar.
Pero el origen de este proyecto tiene ya un tiempo. «Hace unos veinte años leí un suelto de prensa que hablaba de un diplomático español que había salvado a 5.000 judíos de una muerte segura. Coincidió que por entonces se estrenó La lista de Schindler de Spielberg y me extrañó que aquí apenas se conociese nada de esta persona», cuenta el autor. Corría el año 1944 y «para entonces ya se sabía bastante bien qué suerte corrían los deportados», así que diplomáticos de Suecia, Suiza, Portugal, el Vaticano y España, además de la delegación de la Cruz Roja en Hungría, decidieron coordinarse para auxiliarles. En su caso, el joven embajador Ángel Sanz Briz optó por alquilar pisos anejos a la embajada y colgar de sus balcones banderas españolas, convirtiéndolos, así, en terreno inviolable para los nazis, entregados a la masacre más absoluta tras conocer que los aliados habían desembarcado en Normandía. Asimismo, logró que el gobierno de ocupación le expidiera 300 pasaportes, que él reconvirtió en salvoconductos familiares. Hasta que en diciembre de aquel año, el gobierno español le ordenó que cerrara la embajada y regresara, y decidió hacer lo segundo, dejando la entidad abierta. En ese punto, la historia dio un giro, cuando Giorgio Perlasca, un italiano que luchó con los fascistas y que estaba arruinado, se personó en el lugar dejado por Briz haciéndose pasar por cónsul español y continuando la operación de rescate.
EL ENGAÑO. «Y nadie descubrió el engaño», apunta Iriarte, que, sorprendido por el silencio que siempre ha existido en torno a este tema, en 2010 decidió ponerse a escribir a partir de la anécdota de los apartamentos de alquiler. «Pero cuando ya llevaba el quinto o sexto borrador me di cuenta de que lo interesante era la mentira de Perlasca», añade. Aquí es donde el escritor se hizo más presente que nunca, y «como un científico que sabe que, aunque no se vean, los agujeros negros existen por todo lo que sucede a su alrededor, intenté dar con la clave de lo sucedido reflejando qué pensaba cada personaje». Y elaborando, así, su propia tesis dramática: «Yo creo que la creación de la figura del cónsul fue una idea de Sanz Briz pactada con Perlasca con la complicidad del resto de embajadas y todos sellaron un pacto de silencio para no contar nunca nada». Lo cierto es que el dramaturgo ha ido rellenando los huecos que los datos históricos soslayaron llegando a la conclusión de que ambas personas «se jugaron la vida para salvar a miles de judíos». Eso es lo que importa, y no tanto los distintos libros que se publicaron desde la perspectiva de Perlasca o de la familia de Sanz Briz. Este texto es «conciliador» y subraya la labor desempeñada por los dos.
Consciente de que la obra es muy larga -70 folios más 30 de explicaciones- Iriarte participa en la sesión del lunes para dar a conocer la historia, «porque cuanto más referencias tienes de algo, más te gusta», con vistas a elaborar un texto definitivo que pueda ponerse en escena. O quizá no. «Porque yo todo esto lo he hecho por placer», dice. Pues para ser así, la historia «te atrapa», apunta Laiglesia. «Víctor nos lleva a Budapest», termina.
Apuntes
· La propuesta. Budapest. 9º borrador: Los dilemas del autor, de Víctor Iriarte.
· Elenco. Daniel Villodres (Á. Sanz Briz), Jesús Idoate (Angelo Rotta, nuncio), Javier Chocarro (Giorgio Jorge Perlasca), Javier Baigorri (Miguel Ángel Mugiro, cónsul de España en Budapest), Rosa Nagore (Madamme Tourné, canciller de la embajada española), Ramón Elizondo (Zoltan Farkas, asesor legal de la embajada), Boris Díaz (maestro de ceremonias del cabaré Arizona de Budapest) y Sergio Albillo (Gabor Kemeny, ministro del gobierno pronazi de Hungría).
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